domingo, 24 de agosto de 2014

¿Rebota de nuevo la crisis global? / Francisco Poveda *

Un ingeniero valenciano de 62 años formado en la Universidad Politécnica de Madrid, Jaime Caruana, ex gobernador del Banco de España, ex consejero del FMI, ex miembro del Grupo de los 30, del Comité de Basilea y actual director general del Banco de Pagos Internacionales acaba de advertir de un rebrote de la actual o de la más que probable llegada de otra gran crisis global de base financiera cuando el Mundo conoce una situación pre bélica en Europa y Oriente Medio.

Caruana comanda hasta 2017 el banco central de 58 bancos centrales nacionales y se le supone lógicamente uno de los dirigentes más y mejor informados de nuestro planeta puesto que el Banco de Pagos Internacionales, con sede en Basilea, es pilar fundamental del sistema económico unificado mundial, diseñado por la élite global, que hoy representa el 75% de la actual producción económica mundial hasta llegar a alcanzar los 51 billones de dólares anuales.

Pues bien, este miembro de la clase dirigente planetaria piensa que el sistema financiero mundial es ahora más frágil que antes de la crisis iniciada en 2007 puesto que el ratio de endeudamiento es un 20% mayor en las economías más desarrolladas, hasta alcanzar el 275% del PIB. 

También piensa que los desequilibrios financieros masivos que trajeron esa crisis de 2007 han ido a más. Y lo peor de todo: que el actual divorcio entre la pujanza de los mercados financieros y la evolución económica mundial llevará pronto a una corrección masiva.

Existe seria preocupación, si seguimos escuchando a Caruana, por el aumento del nivel de deuda y de euforia de los mercados financieros - "el inversor ignora el riesgo cegado por su búsqueda voraz de rendimiento"- tras un aumento del 40% de deuda pública global, que sólamente en Estados Unidos ha crecido hasta los 17'5 billones de dólares y hasta los 710 la burbuja mundial de productos derivados. Como consecuencia inmediata, los grandes bancos, esos que no podemos permitir que quiebren para evitar una eclosión de todo el sistema, han crecido un 37% desde el inicio de la reciente crisis económica mundial.

Pero Caruana no es el único que sabe la que se avecina de no reaccionar con suma urgencia. El director del Banco de la Reserva de la India, uno de los actuales grandes países emergentes, y ex directivo del FMI, Raghuran Rajan, advierte, igualmente, de una nueva crisis financiera global por las débiles políticas monetarias de los países más desarrollados. Ello se traduce, a su experto juicio, en una gran vulnerabilidad de los mercados financieros por trufados de acciones y activos inflados. "El Mundo está ahora menos capacitado que en 2007 para resistir su coste", ha concluido Raghuran.

Por algo la consultora internacional KPMG ha pedido recientemente a la banca europea medidas preventivas, previas a las pruebas de estrés del próximo otoño, para demostrar su fortaleza y consistentes en establecer una relación sutil entre capital, activos y apalancamiento.

Finalmente, un analista norteamericano de renombre y autor de varios libros de predicción económica, Harry Dent, ha calificado de lamentable el estado de la economía estadounidense que, a su juicio, acabará estallando como una burbuja y llevará a una confrontación inevitable entre los ciudadanos de a pie y la élite, no solo en EE.UU. sino en todo Occidente.

Las manipulaciones de los bancos y los esfuerzos por aplazar una crisis financiera de una manera artificial, han distorsionado el ciclo natural económico, lo que desembocará en la ruina del mundo occidental, predice Dent.

La burbuja extendida de la economía de EE.UU. ya se ha hinchado tanto como podía y está a punto de estallar, lo que evidencia la vuelta de la desigualdad extrema en los ingresos de la llamada clase media y la élite norteamericana. 

"Nos estamos acercando rápidamente al punto en que, a menos que algo cambie, las personas corrientes iniciarán una revuelta", asegura este analista de largo recorrido.

Dent supone que debido al descontento de la mayoría de la población por las ganancias extremas de la clase alta, EE.UU. no será el único país en vivir "la rebelión de las masas", sino que "la gente común empezará a rebelarse en todos los países desarrollados", piensa él. 

"Sin duda, la próxima revolución occidental no será agradable, pero va a marcar el comienzo del próximo gran resurgimiento de la clase media en los países desarrollados y acelerará la nueva oleada de clase media en los países emergentes", concluye el analista.

No anda desencaminado Dent puesto que Estados Unidos, que dice crecer ya al 3% anual, no logra embridar el desempleo, hasta el punto de que se llega a hablar de un 21% de tasa real pese a que el presidente Obama revelase hace unos días que su país había creado diez millones de empleos en los dos últimos años.

La Eurozona no le anda a la zaga. El presidente electo de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker acaba de reconocer que no se ha superado la crisis porque  falta crecimiento y empleo en una Unión Europea donde, oficialmente, el 11,5% de su población activa se encuentra de brazos cruzados en espera de una recuperación, ahora ralentizada por las crisis geopolíticas de Ucrania y Oriente Medio, y que también afecta en su retardo indirectamente a Estados Unidos como principal socio comercial de los europeos y por constituir, además, un riesgo añadido para la recuperación global.

Tanto el Banco Central Europeo como el Bundesbank alemán coinciden en que la Eurozona en particular y la Unión Europea en general están soportando los riesgos inherentes a esas tensiones geoestratégicas, que llevan a una lenta recuperación del empleo y que también se traduce en una menor demanda externa por parte de China y Estados Unidos, lo que todavía no impide un superávit comercial en la Eurozona pese a las añadidas sanciones rusas que tanto afectan a Alemania y a la Europa del Este.

Curiosamente, por primera vez el mercado del petróleo no se muestra sensible para peor ante el presente escenario mundial ya que ha vuelto el rango de unos 100 dólares el barril. Parece también cansado de las crisis además de sufrir mucha menor especulación financiera y una coyuntura económica débil, que acusa su demanda ante una política de oferta estructuralmente distinta al superar ya la producción de Estados Unidos a la de Rusia y Arabia Saudí.

Como colofón, el millonario norteamericano Donald Trump se apunta al grupo de los pesimistas y se suma a Caruana, Rajan y Dent en las predicciones sobre lo que puede pasar si el rumbo no se corrige con premura.

A su juicio, la economía de EE.UU. está a punto de alcanzar la ruina financiera. Y así asegura que los inmensos niveles de deuda, la alta tasa de desempleo y la inevitable reducción de la calificación crediticia son todos los ingredientes necesarios para que eso llegue de un momento a otro.

"Cuando no eres rico, tienes que salir a pedir dinero prestado. Estamos pidiéndoles prestado a los chinos y a otros. Muy pronto nuestra deuda será de  más de 18 billones", afirma.

 Trump sostiene que la tasa de desempleo real en EE UU es más del doble de lo que se informa en este momento, y señala que la cifra de desempleo del 8,2% "no es un número real". La tasa verdadera ha ascendido al 16%, e incluso algunos creen que es tan alta como un 21%, revela el multimillonario.

(*) Periodista y profesor