martes, 25 de febrero de 2014

¿Tendrá más suerte Carmen Crespo que Sánchez Teruel? / Pepe Fernández

La política almeriense vuelve a vivir en pocos meses jornadas de "vísperas" , por utilizar términos cofrades. Si en septiembre pasado era el PSOE el que vivió angustiosas e intensas jornadas a la espera de que la Presidenta Susana Díaz nombrara un "Consejero de Almería", en la persona de José Luis Sánchez Teruel, ahora en la espera y el deseo le toca el turno al PP almeriense.  

En aquella ocasión, cuando muchos daban por "hecho" el nombramiento de Sánchez Teruel como titular de Agricultura, un sector importante del socialismo almeriense se quedó con la miel en los labios al conocer la lista completa del primer Gobierno de Susana Díaz. No fue nombrado ningún almeriense para ninguna cartera del Consejo de Gobierno. La decisión presidencial sentó a muchos como un jarro de agua fría y, desde luego, tanto en sectores políticos - PP- como en sectores sociales almerienses vieron la oportunidad única de asaetear al PSOE y a su máxima dirigente, acusándola entonces de insistir en la eterna marginación de Almería en el concierto regional. Eso sí, para salir del paso, desde San Telmo se prometió entonces, para contrarrestar la dura ofensiva, que ilustres almerienses ocuparían estratégicos segundos niveles del gobierno que se formaba. Ahí está el BOJA para que Uds valoren si se ha cumplido o no con la promesa otoñal de la Presidenta Díaz con la demanda almeriense.

Pero aquella polémica, aquellas "vísperas", quedaron lejos. Ahora es la militancia popular la que vive instalada en la desazón y el deseo de colocar a alguien cercano en un puesto relevante en la Calle San Fernando de Sevilla. El único gobierno regional donde, hoy por hoy, puede colocar gente el PP andaluz.

En efecto, en estos días previos al XIV Congreso regional del PP-A, vuelven a repicar las campanas (pueden poner también la Ñ de campañas) para que un almeriense - en este caso una almeriense- sea la persona elegida para que ocupe el puesto número dos del partido en el sillón de la Secretaría General.

El nombre de Mari Carmen Crespo, ex alcaldesa de Adra y actual Delegada del Gobierno, ha sido lanzado hace días desde el PP almeriense como "segura" número dos del gobierno del partido que presidirá a nivel regional Juan Manuel Moreno Bonilla. El líder malagueño del PP, todavía Secretario de Estado, medita en estos días quienes le acompañarán en la próxima dirección del partido, siendo el cargo de la Secretaría General, el cargo que más interés y morbo político levanta. Una decisión que adquiere vital importancia política en clave interna dadas las circunstancias que han rodeado su aterrizaje en Andalucía  y donde- lo reconozcan o no- ha concluido con vencedores y vencidos.

El nuevo líder popular deshoja la margarita lentamente, seguramente para evitar agrandar la brecha de la división y en este punto concreto está siendo mucho más cauto que sus correligionarios almerienses no dando nada por hecho. Más o menos ha dicho en las páginas del "Diario Ideal" que la promocionada almeriense, Mari Carmen Crespo, es una buena candidata para la Secretaría General, de la misma forma que hay "ocho o diez" buenos candidatos similares para el puesto, se ha apresurado a matizar y aclarar. ¿Prudencia? puede que sí, pero a nadie se le escapa que en la actual correlación de fuerzas y familias populares esa elección supondrá un gesto político de primer nivel. 

A favor de la candidata almeriense juega su posición institucional como Delegada del Gobierno. En su contra que no es parlamentaria andaluza, de tal forma que el gobierno de Susana Díaz pierde interlocución directa en la Cámara autonómica. Y también que un hipotético nombramiento para la SG de Crespo supondrá tanto como reconocer que Javier Arenas (a través de Gabriel Amat) es la mano que mece la cuna de Moreno Bonilla en sus primeros andares por la difícil senda de la política regional andaluza del PP-A que le ha tocado en suerte.

De cualquier manera sirva este nuevo caso - esta incógnita- para dejar reflejada una vez más esa ansiedad política y social que, nuevamente y en pocos meses, envuelve a la Almería política.