lunes, 13 de enero de 2014

Mucha coincidencia en que con 2014 comienza la recuperación económica / Francisco Poveda *

Más de la mitad de los ciudadanos del Planeta, encuestados en 23 países, cree que la economía será más sólida en 2014 y hasta un 76% que se reforzará la economía global. Suecos, franceses, japoneses e italianos (33%) no son tan optimistas aunque chinos, hindues, indonesios, brasileños y argentinos sí que lo son. Lo cierto es que, tanto norteamericanos como europeos de la Eurozona, experimentan índices de mayor confianza pese a que un 3% de la Humanidad seguía detentando el 20% de la riqueza a final de 2013.
Algunos indicadores confirman cierta tendencia a la recuperación económica aunque otros hacen augurar que será asimétrica y a diferente velocidad, según países y hasta bloques económicos. Por ejemplo, Alemania va hacia el endeudamiento cero desde la máxima solvencia. Mientras Francia se sigue endeudando, hasta niveles peligrosos, según su propio Tribunal de Cuentas, al tiempo que pierde solvencia su deuda soberana. Sigue creciendo el PIB pero el desempleo no remite pese a los incentivos sociales propuestos por el presidente Hollande.
La que sí parece un hecho constatable es la recuperación norteamericana pese a la retirada gradual de incentivos por parte de una Reserva Federal que verá en febrero un cambio en su presidencia. Los nuevos rectores auguran ya un crecimiento del 3% del PIB en 2014, pese a haber perdido el liderazgo mundial exportador en favor de China, cuando el sector manufacturero da síntomas de fuerte actividad frente a cierta ralentización del sector servicios. Obama ha elegido zonas deprimidas de EE UU y determinados sectores productivos para reducir esa masa de 50 millones de pobres en un país de 300. Hasta Canadá conoce hoy un insólito 7% de desempleados.
También existe una incipiente pero cierta recuperación de la economía española.  El PIB creció un 0,3% en diciembre. Y se espera, desde varias instancias internacionales neutrales, que siga creciendo trimestre a trimestre. Pero el alto desempleo, la débil demanda interna y la práctica ausencia de crédito para las pequeñas empresas suman muchas dificultades para afianzar esa recuperación, todavía muy lenta y casi imperceptible, que obliga a más reformas efectivas para acercanos a un Reino Unido, que anuncia recortes públicos de 25.000 millones de libras esterlinas en 2015, y alejarnos de una Francia con tendencia a la voracidad fiscal impuesta por su onerosa burocracia.
El vecino Portugal también ve ya algún horizonte al caer la presión sobre su deuda pública y quedar situado en la antesala de la salida del rescate, algo mucho más lejano en Grecia y que ha sido posible en Irlanda. Por contra, el desempleo sigue demasiado alto en España (donde han vuelto las inversiones extranjeras) y Grecia, que trata de hacer un paréntesis en las obligaciones con sus acreedores desde su presidencia semestral de la UE. Mientras el desempleo ha subido en la Eurozona un 0,8% hasta alcanzar un 12% (todavía quedan 15.600.000 desempleados en los países del sur en la Unión Europea) desciende en Alemania y Reino Unido, pese a la fuerte presión inmigratoria que ahora se trata de amortiguar intrafronteras comunitarias, incluso en Bélgica.
La crisis del euro (la moneda internacional de mayor rendimiento en 2013 por cierto) está en vías de superación. El riesgo-país de España e Italia (donde se ha alcanzado un récord de pobreza) se refuerza. Y, tanto el BCE como el BoE, mantienen al mínimo del 0,25% los tipos de interés del euro y la libra esterlina para conjurar un riesgo de 'estanflación' como el vaticinado por George Soros para la Eurozona, donde la inflación creció un 0,8% y dos décimas de media en los países de la OCDE.
Y para sostener tanta coincidencia sobre la recuperación económica que se aventa (en España parece que mucho mejor a partir del segundo trimestre) las bolsas europeas como la de Wall Street siguen al alza al igual que el petróleo por mayores demandas de capitales y energía; en el último caso porque las potencias emergentes lo precisan para su desarrollo cuando Rusia se alza como el primer productor mundial de petróleo y gas, en espera de que EE UU le arrebate ese liderazgo, y ya por encima de Arabia Saudita.
Para concluir, China sigue ahí reorientando su modelo económico, ahora hacia la satisfacción de su demanda interna, según las nuevas directrices del PCCh, en pleno liderazgo mundial exportador alcanzado en 2013. Sin embargo hay dos datos para la reflexión de los expertos: sus ayuntamientos tienen una deuda de dos billones de euros mientras la deuda fiscal de las empresas alcanza más de veinte billones de yuanes.