domingo, 10 de noviembre de 2013

Rubalcaba doblega a Susana Díaz / Pablo Sebastián

Aunque la meteórica carrera política de Susana Díaz en el seno del PSOE sigue en racha, quien se ha llevado el gato al agua en la Conferencia Política socialista fue Rubalcaba porque doblegó a la andaluza, evitó el debate sobre Cataluña, el federalismo y el ‘derecho a decidir’ del PSC, y aparcó ‘sine die’ las primarías para elegir su sucesor –o su reelección- al frente del cartel electoral del PSOE, porque él siempre se reservará la secretaría general.

Es decir, la Conferencia del PSOE no ha servido para nada, sino que mas bien han sido unos juegos florales de aparente unidad, bonitas frases sobre los parados y los desamparados, pero sin rectificaciones de fondo –el PSC no retiró su apoyo al ‘derecho de autodeterminación’ que es inconstitucional- y sin un horizonte de relevo en el liderazgo a la vista, porque los aspirantes, Chacón, Madina, López, Page y Díaz (la andaluza también quiere) no se atrevieron a hablar y se quedaron como niños traviesos con sus narices pegadas al escaparate de la pastelería del PSOE, donde solo meriendan el jefe Alfredo y la vieja guardia felipista que lo apoya.

El temido discurso de la presidenta andaluza Susana Díaz quedó en nada, con efluvios autocríticos de salón –‘hemos cometido errores’, o ‘no lo estamos haciendo bien’- pero se tragó como la espada de un faquir el ‘derecho a decidir’ del PSC, no dijo ni una palabra sobre los ERE de Andalucía y se calló sobre la herencia nefasta de Zapatero. Y por supuesto no pidió responsabilidades (tendría que haber empezado por su presidente Griñán) porque eso no se lleva en la ‘cultura política’ del PSOE, donde impera lo de ‘hacer piña’ por encima de todo por graves que sean los errores y las discrepancias (ahora incluso sobre la unidad de España).

Aquella foto de la máxima dirección del PSOE en las puertas de la cárcel de Guadalajara, con Felipe al frente y aplaudiendo a los condenados por los crímenes del GAL, Vera y Barrionuevo, que entraban en prisión es todo un símbolo y el máximo exponente de esa cultura política del PSOE por la que, en aras de la unidad de la Historia del partido, se tapan las responsabilidades (políticas y penales). Algo que debería recordar Elena Valenciano cuando, olvidando aquella apología del delito y los delincuentes, le decía a Rajoy que debe cuidar los españoles como cuida a Bárcenas, que en la cárcel está.

Ahí sigue Felipe González dando lecciones a todos sobre Europa, la globalización y cualquier otra materia porque el ex presidente sabe de todo. Y ahí sigue Zapatero con su discurso buenista de ‘la igualdad’, después de ser el causante del proceso independentista de Cataluña, haber negado a España y la existencia de la crisis económica o de aprobar la reforma constitucional del equilibrio de las cuentas del Estado –con el que se renuncia al déficit social- y de haber hundido al PSOE en las elecciones de ahora hace dos años en compañía de Rubalcaba. Ahí siguen los tres responsables del actual desastre del partido socialista, hoy bajo mínimos en las encuestas y con Rubalcaba, batiendo el record de la desconfianza ciudadana que en su caso supera el 91 %, según el último sondeo del CIS.

Y este domingo será Rubalcaba, el domador de los gatos traviesos del partido, quien entre aclamaciones unánimes e impostadas eche el cierre de una Conferencia que no sirvió para nada porque todo quedó tal y como estaba cuando empezó. Ya dijo lo González días atrás que Alfredo es el mas listo aunque no tenga liderazgo, y una vez mas lo acaba de demostrar. Es un perdedor de elecciones que triunfa en su casa para que nadie le quite la poltrona principal. Un artista de juegos malabares que mueve las manos con habilidad por más en sus juegos siempre acaban mal: ‘nada por aquí y nada por allá’.