ALMERÍA.- Vigilancia Aduanera, organismo dependiente de
la Agencia Tributaria (AEAT), ha detectado en los últimos meses "nuevas
rutas y vías de entrada" de grandes toneladas de hachís por el
Mediterráneo mediante el uso de pesqueros de gran tonelaje o buques
mercantes, y ha activado un operativo especial en el que se enmarca el
alijo de 18 toneladas que ha sido interceptado en aguas del Mar de
Alborán y fue descargado este lunes en el puerto de Almería.
Así lo ha indicado en declaraciones a los periodistas el
responsable regional de Vigilancia Aduanera, Javier Bello, quien ha
revelado que España trabaja de forma conjunta con Francia e Italia para
determinar si los cinco alijos que se han decomisado en los últimos seis
meses se deben a "una única organización" o si solamente "tienen en
común la misma tipología de transporte".
Bello ha señalado, asimismo, que el destino de la mercancía
intervenida, que por volumen se convierte en el segundo alijo de mayor
entidad interceptado en el país, podría "ser cualquiera, incluso España"
si bien ha remarcado que el mercante 'Moon Ligth', con bandera de
Sierra Leona, reúne las características de una embarcación 'nodriza' ya
que la droga "estaba en cubierta, debajo del puente y estaba dispuesta,
por tanto, para una fácil entrega o trasbordo".
La operación, denominada 'Selene' y realizada con un amplio
dispositivo de vigilancia y abordaje por parte de funcionarios de
Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria, ha culminado con la
detención de siete ciudadanos de origen sirio que se encuentran aún a
bordo del mercante para presenciar el registro que está llevando a cabo
la comisión judicial del Juzgado de Instrucción nº 6 de Almería, que
se ha hecho cargo de las diligencias de la actuación.
La interceptación de este buque eleva a cinco las aprehensiones de
grandes cantidades de hachís que se han efectuado en el último medio
año en la ruta comercial del Mediterráneo. Así, en los últimos seis
meses, por parte de Italia, Francia y España, se ha procedido a la
interceptación de los mercantes 'Adam', 'Gold Star', 'Luna-S' y un
pesquero egipcio sin nombre. Todos ellos portaban entre 15 y 30
toneladas de hachís.
Esta circunstancias es la que, según ha trasladado Bello, ha hecho
que, con la finalidad de controlar esta nueva tendencia en el tráfico
del hachís, el Departamento de Aduanas e Impuestos Especiales de la
Agencia Tributaria haya establecido una vigilancia sobre la zona en base
al análisis de objetivos con un patrón semejante para, de este modo,
detectar objetivos "susceptibles de seguimiento".
"Normalmente las organizaciones de narcotráfico se adaptan a los
nuevos medios y nuevas circunstancias y, si tienen presión otro sitio,
buscan nuevas rutas", ha afirmado el responsable regional de la AEAT
para explicar la existencia de esta tendencia que se está implantando en
este último año en el área de influencia del Mediterráneo.
El dispositivo activado por Vigilancia Aduanera, con medios aéreos
y patrulleras con base en Málaga, Huelva y Almería, derivó en la
detección del mercante 'Moon Light' y fructificó a las 11,00 horas del
sábado cuando, a unas 25 millas náuticas del litoral español, entre
Granada y la localidad de Motril, las dotaciones de asalto descubrieron
en cubierta una gran cantidad de bultos similares a los que se utilizan
para transportar hachís.
Antes y, tras la fijación del objetivo, los efectivos contactaron
con el país de abanderamiento, Sierra Leona, que concedió a España la
autorización para su abordaje, tramitada a través del Centro de
Inteligencia contra el Crimen Organizado. A partir de ese momento, se
inició un dispositivo de control y seguimiento del buque mercante a su
paso por el Estrecho de Gibraltar.
Según ha explicado en declaraciones a los periodistas el delegado
de la AEAT en Almería, Jesús Pérez Aguilera, la operación decidió
cerrarse el sábado en condiciones muy complicadas debido al fuerte
viento de Poniente que azotaba la zona y al estado de la mar. "Ha sido
un trabajo difícil", ha remarcado Pérez Aguilera, quien ha atribuido la
premura en la intervención a la posibilidad de que la tripulación del
mercante "decidiera prender fuego a la nave".
Y es que, según ha subrayado, existían precedentes que obligaban a
tener presente esta posibilidad ya que dos embarcaciones de gran
tonelaje interceptadas en el marco de las operaciones contra esta nueva
tipología de tráfico de hachís, en concreto en aguas de Italia, "habían
sido incendiados por su tripulación en un intento de destruir la droga".
Por este motivo, se había establecido, en coordinación con
Salvamento Marítimo, un dispositivo especial de contingencia, que,
finalmente, no fue necesario poner en funcionamiento.
Una vez a bordo, los funcionarios procedieron a la detención de la
tripulación, compuesta por siete ciudadanos de origen sirio, y
comprobaron que en la cubierta existía una gran cantidad de fardos de
hachís, unos 18.000 kilos de esta droga, según las primeras
estimaciones. A partir de ese momento, se procedió al traslado al puerto
de Almería del buque, con la droga y los detenidos a bordo.
El desembarco de los fardos de hachís, que no estaban ocultos y se
encontraban a plena vista, ha comenzado pasadas las 10,00 horas en
presencia de comisión judicial y la ayuda de un camión-grúa de la
Autoridad Portuaria. La tripulación, entre la que se encuentra el patrón
aunque el armador no ha podido ser identificado, continúa en el
interior para presenciar el registro de los camarotes, la bodega, y la
sala de máquinas, entre otras dependencias.