lunes, 4 de marzo de 2013

La industria alimentaria 'hereda' las oscuras tácticas de las tabacaleras

MADRID.- Durante décadas, la industria del tabaco usó su dinero para influir en los políticos, en los medios e incluso en la ciencia para socavar las políticas de salud pública. Tras perder aquella batalla en los países occidentales, llevaron su guerra a los menos desarrollados. Hoy, las multinacionales de comida procesada, refrescos y alcohol reproducen sus tácticas. Un informe las acusa de ser los principales vectores de las enfermedades no contagiosas (ENC) en el mundo. Y no hay pacto posible con ellas, según publica 'El Confidencial'.

Los grandes casos judiciales contra esta industria mostraron cómo influía en la legislación de salud pública, con conexiones financieras o institucionales con la clase política. También revelaron oscuras maniobras como la Operación Berkshire, en la que siete de las principales tabaqueras idearon un plan para proteger sus intereses comerciales despertando dudas sobre la conexión entre tabaco y enfermedad o diseñando campañas para mantener la adicción de los fumadores.

Sin embargo, no pudieron evitar las leyes cada vez más restrictivas sobre su venta y consumo, primero en Estados Unidos y después en Europa, y las campañas de concienciación sobre los efectos perjudiciales del tabaco. Las ventas de las tabaqueras en el primer mundo se estancaron ya antes de este siglo y pusieron entonces sus ojos en el resto del planeta.

“Las compañías del tabaco acabaron yendo a los países donde había una menor regulación para expandir su mercado”, dice el profesor de salud pública de la Universidad de Melbourne (Australia), Rob Moodie. En efecto, mientras el consumo de tabaco y los beneficios que genera está en retroceso en los países más avanzados, en las naciones de bajos y medios ingresos ha crecido más de un 10% en la última década.

Moodie y otra decena de investigadores, entre los que está el profesor Carlos Monteiro, un destacado asesor de la ONU para las enfermedades no contagiosas derivadas de la dieta, han publicado un informe en la revista médica The Lancet donde acusan a estas compañías de ser las grandes responsables de la la moderna transición alimenticia: el abandono de los alimentos naturales o poco procesados por el de las comidas y bebidas ultraprocesadas.

La comida procesada mata más que el tabaco

Mientras el tabaco mató a 6,3 millones de personas en 2010, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el alcohol se llevó por delante a casi 5 millones. Sin embargo, cada año mueren en el mundo 18 millones por alguna ENC como afecciones cardiovasculares, sobrepeso, niveles excesivos de glucosa o colesterol en sangre. Para los autores del informe, la mayoría de esas muertes pueden ser atribuidas al consumo de comidas y bebidas ultraprocesadas.

“El aumento sustancial de los productos ultraprocesados tiene su paralelo en y está contribuyendo al incremento de la obesidad, la diabetes y otras enfermedades crónicas relacionadas con la dieta, en especial en los países de bajos y medios ingresos”, dice el informe, que señala a la búsqueda de nuevos beneficios de las multinacionales alimentarias como el principal motor de lo que los científicos empiezan a llamar como epidemias industriales.

El 75% de toda la comida que se vende en el mundo ya es procesada, según la base de datos de EuroMonitor Passport Global Market Information, y las grandes corporaciones controlan un tercio del mercado. En Estados Unidos, por ejemplo, 10 compañías copan la mitad de las ventas de alimentos.

En cuanto al mercado mundial, Coca-Cola y Pepsico controlan la mitad del negocio de las bebidas no alcohólicas. Firmas como Kraft Foods, Nestlé, Unilever o Danone ya se han encaramado a los primeros puestos en países emergentes como Rusia, Brasil, India o México.

Tal concentración de poder está siendo usada para frenar todas las iniciativas de salud pública que puedan afectar a su cuenta de resultados. Como hiciera la industria del tabaco, las de comida procesada, alcoholes y refrescos están desplegando un amplio abanico de estrategias para que no se legisle o actúe en su contra.

Cooptación de políticos y científicos

En el plano público, estas grandes corporaciones realizan campañas para asociar su imagen con la vida saludable. “Sólo hay que fijarse en las recientes de Coca-Cola intentando parecer promotora de salud mientras socava la iniciativa del alcalde Bloomberg en Nueva York contra los refrescos”, recuerda Moodie. El primer edil de la ciudad estadounidense inició el año pasado un movimiento para que los fabricantes de refrescos redujeran la cantidad de bebida que ofrecían en los locales públicos. Su plan antienvases king size fue aprobado en septiembre pasado.

Por detrás, estas multinacionales han tomado el relevo de las firmas tabaqueras en las bambalinas de la política. Según datos del Senado de Estados Unidos, las principales empresas de alcohol de ese país dedicaron 150 millones de dólares en la última década a sus lobbies en Washington. Sólo en 2009, Pepsico invirtió otros nueve millones en 'trabajarse' el Congreso estadounidense.

También, como hiciera el Instituto del Tabaco, intentan distorsionar la investigación. Los artículos científicos patrocinados por estas corporaciones tienen entre 4 y 8 veces más probabilidades de favorecer sus intereses que los estudios independientes.

La autorregulación no funciona

En 2011, la ONU celebró una cumbre mundial para la prevención de las ENC. Su objetivo declarado era diseñar un plan para reducir las muertes por las enfermedades no contagiosas en un 25% en 2025. Para conseguirlo, se planteó una acción a gran escala que debía contar con la sociedad civil y el sector privado, incluidas las corporaciones alimentarias.

Como demuestra el caso del tabaco, la autorregulación de la industria, dejando en sus manos la responsabilidad de hacer productos más saludables, no funciona. Para los autores del informe sólo “la regulación o la amenaza de regulación gubernamental es el único camino para hacer cambiar a las corporaciones multinacionales”.

El gran problema es que la regulación por parte de los gobiernos puede funcionar, como demuestra el caso de Nueva York, en los países con estados fuertes. Para el resto del mundo, como dice Moodie, “será extraordinariamente difícil a los países menos desarrollados lidiar con estas grandes corporaciones multinacionales”.

Condenan por corrupción a ocho años de cárcel al exministro griego de Defensa, Tsohatzopoulos

ATENAS.- Un tribunal de apelaciones de Atenas ha condenado este lunes al exministro de Defensa Akis Tsohatzopoulos a ocho años de cárcel por  delitos económicos, después de que el antiguo dirigente del Movimiento Socialista Panhelénico (PASOK) no haya logrado justificar el origen de su riqueza.

   Tsohatzopoulos, retirado de la política desde 2009, siempre ha negado cualquier irregularidad y, de hecho, tras conocer la sentencia y justo antes de volver a la cárcel --donde ingresó de forma preventiva en abril de 2012--, ya ha anunciado que recurrirá el fallo. Para el exministro, la resolución de este lunes supone un "error legal" y una "decisión inaceptable".
   El tribunal ha determinado que Tsohatzopoulos, que llegó a aspirar a primer ministro en la década de los noventa, falseó sus certificados de la renta entre 2006 y 2009 y no declaró una mansión de estilo neoclásico situada a los pies de la antigua Acrópolis y adquirida en 2009.
   Durante el juicio, salieron a la luz detalles de la opulenta vida de Tsohatzopoulos, que finalmente ha recibido una condena de ocho años de cárcel y 520.000 euros de multa. Además, el tribunal ha ordenado el embargo de la polémica mansión, para cuya compra habría recurrido a empresas pantalla.
   Los políticos griegos están obligados, por ley, a declarar el origen de todos sus bienes. El caso de Tsohatzopoulos es uno de los más simbólicos en una Grecia asfixiada por las deudas y con una ciudadanía harta de los recortes.
   El pasado jueves, un exalcalde de la segunda ciudad del país, Tesalónica, fue condenado a cadena perpetua por malversar unos 20 millones de euros.

Las producciones de frutales en Murcia, las más afectadas por las heladas

MURCIA.-   Las producciones de frutales de la Región de Murcia son de las más afectadas por el temporal de frío, sobre todo el melocotón y la nectarina, según datos preliminares.

   Le siguen las hortalizas, fundamentalmente lechugas; los cítricos, entre los que destacan los situados en la comarca de Lorca; y la producción de almendra, según Agroseguro.
   Precisamente, como consecuencia del temporal de frío e intensas tormentas de nieve, lluvia y, en algunos puntos, pedrisco que ha recorrido prácticamente la totalidad de la Península y las Islas Baleares, los daños más destacables en el cultivos se encuentran en el Arco Mediterráneo, fundamentalmente en Murcia y la Comunidad Valenciana.
   En la Comunidad Valenciana, también los frutales han sido de las producciones con más daños, destacando las situadas en las comarcas de Valle de Albaida y Costera de Játiva. También el cultivo de caqui ha podido resultar afectado en determinadas zonas, así como producciones de cereza, hortalizas y almendros.
   Además del temporal de frío, el pedrisco ha sido particularmente intenso en esta comunidad, donde ha provocado daños en la producción de cítricos, níspero y de forma puntual, también en frutales.
   A las zonas afectadas ya se han desplazado peritos para realizar las valoraciones. Para Agroseguro, "es prioritario ofrecer el mejor servicio a los asegurados afectados".
   Por ello, para poder agilizar las labores de tasación y valoración de daños es importante que "se remitan los partes de siniestro a la mayor brevedad posible".