jueves, 14 de febrero de 2013

Verdad, justicia y reparación / Fernando Martínez *

La noticia del  veto del Parlamento Europeo a la exposición  Exhumando fosas, recuperando dignidad causa perplejidad e indignación.  La exposición, impulsada por la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) y la Sociedad de Ciencias Aranzadi,  recoge el trabajo realizado desde el año 2000 sobre la exhumación de las fosas comunes de la guerra civil española. Las razones esgrimidas por el irlandés Jim Higgins, diputado del Partido Popular Europeo, miembro de la mesa del Parlamento y encargado de las autorizaciones pertinentes, — al que la prensa confunde erróneamente con Joe Higgins,  antiguo diputado europeo del partido socialista irlandés (2009-2011)  – se fundamentan en que las imágenes eran impactantes y que podrían generar controversia política. He ahí la perplejidad y la indignación.

No se puede entender que el Parlamento Europeo, cuyas salas han acogido exposiciones del Holocausto o de las víctimas del terrorismo con imágenes sin duda impactantes, impida ahora que  se vea  en sus  instalaciones 40 paneles de las excavaciones de fosas comunes del franquismo.  En la mayor parte del mundo, todos aquellos y aquellas que lucharon contra el fascismo gozan del respeto y el cariño  de sus conciudadanos  y ocupan un lugar honorable en la  conciencia colectiva de sus pueblos. Por ello causa perplejidad que  el censor de la exposición desconozca  que entre las razones últimas  de la construcción de la Unión Europea está el intento de asentar una memoria colectiva que evite las tragedias europeas de la  primera mitad del siglo XX . Nadie puede olvidar que en el corazón de esa memoria desempeñan un papel fundamental la lucha por la libertad y la democracia y el propio Holocausto. 

Lo que realmente resulta impactante en estos momentos es la existencia de fosas comunes en la Europa democrática y comunitaria. Las víctimas del franquismo, alojadas durante decenios en las fosas del olvido,  son parte de esa memoria europea,  lucharon contra la barbarie,  en defensa de la libertad y la igualdad,  y como tales merecen la verdad, justicia y reparación que se les negó durante la dictadura franquista. Exposiciones como la de la ARMH son importantes para asentar esa memoria colectiva en Europa. Mucho más cuando el propio Consejo de Europa ha impulsado programas y acciones  para recuperar la memoria histórica. Por tanto, la verdad de las víctimas del franquismo debe asomarse al Parlamento de Bruselas. No hacerlo sería discriminarlas. Sería continuar con el silencio y el olvido con el que la derecha ha tratado de ocultar la barbarie de esa etapa de nuestra historia.

Causa indignación que el Sr. Higgins alegue a estas alturas que la exposición podría generar controversia política. ¿Entre quien? No creo que sea entre la derecha democrática de allende los Pirineos que sabe muy bien lo que fue el fascismo. ¿Acaso se refiere a la derecha española? Sería realmente lamentable. Para cerrar la página de la guerra civil española es preciso conocerla en su totalidad y hacer justicia  a quienes aún quedan sin reparación. Es evidente que presentar las imágenes de la exhumación de las fosas del franquismo genera un debate contra el olvido, pero un debate que la Europa democrática debe conocer para que desde las instituciones europeas se exija al gobierno y al estado  español que de una vez por todas se proceda  a levantar los cadáveres existentes en las fosas y se les otorgue digna sepultura. 

La democracia española no se puede asentar definitivamente mientras existan cadáveres de antifascistas  enterrados en cunetas y fosas comunes. No puede el Parlamento Europeo mirar para otro lado y censurar exposiciones que pretenden hacer cumplir los derechos humanos. Los alegatos del Sr. Higgins, representante de la derecha europea,  me recuerdan aquella política nefasta de No intervención en los asuntos de España que practicaron los países europeos respecto a la guerra civil española. Aquel dejar hacer al fascismo contribuyó a la pérdida de la democracia en España y a la tragedia de la II Guerra Mundial.

Ya va siendo hora de que nuestros parlamentarios planteen en el Parlamento Europeo el reconocimiento de las víctimas del franquismo y la dictadura a través  del establecimiento de un día  conmemorativo en el que las instituciones europeas les rindan recuerdo y homenaje junto a todos aquellos que lucharon por la libertad, la democracia y la justicia social.

(*) Catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Almería y patrono de la Fundación Alfonso Perales