ALMERÍA.- Las cooperativas agroalimentarias andaluzas
han aumentado su facturación un 80 por ciento en la última década de
forma que entre 2002 y 2012 se ha experimentado un incremento del valor
añadido bruto y de la producción en un 26,3 y un 31,2 por ciento,
respectivamente. Asimismo, la productividad ha crecido en un 43,8 por
ciento, lo que contribuye a mejorar la competitividad del sector y a
fortalecer su presencia tanto en el mercado nacional como en el de
exportación.
Así lo ha indicado Cajamar en una nota en la que explica los
principales datos de la monografía 'La incorporación del valor añadido
en la cadena agroalimentaria. Retos para el cooperativismo andaluz', que
será presentada este miércoles en el IV Congreso de Cooperativas
Agroalimentarias de Andalucía y en la que se incide sobre el peso de la
producción en la región frente al "escaso" valor industrial.
El documento muestra la situación actual del sector en Andalucía,
su evolución y sus perspectivas de futuro. Se trata de un sector que
representa el 19,5 % del complejo agroalimentario nacional, que aporta
al PIB regional un 4,4 por ciento del total, cuando a nivel estatal sólo
supone el 2,2 por ciento.
En 2012 la actividad agraria andaluza generó un valor añadido
bruto de 9.400 millones de euros, dio empleo a 270.000 personas y obtuvo
un superávit comercial de más de 4.000 millones de euros. El valor de
la producción final agraria fue de 9.907,9 millones de euros en 2012, lo
que supone un 9,5 por ciento más que en 2002.
En la obra se recoge que la producción vegetal es la que mayor
peso tiene en el conjunto del sector, suponiendo un 81 por ciento del
total, especialmente la hortofrutícola y la de aceite de oliva que
conjuntamente facturan más del 70 por ciento del total, superando los
1.000 millones de euros. Les siguen en importancia suministros, piensos y
vacuno de leche, con incrementos en su mayoría, en la última década,
del 70 por ciento.
En cuanto a la transformación de productos agroalimentarios en
Andalucía, el informe refleja que su actividad "es todavía reducida y se
plantea como una de las áreas con amplio recorrido hacia una mayor
modernización e industrialización agroalimentaria en la Comunidad". Este
incremento del valor añadido "supondría una mejora económica tanto por
la generación de ingresos, por importe de unos 3.082 millones
adicionales, como por la creación de empleo, con unos 65.000 nuevos
puestos de trabajo".
Así, apunta que en Europa la participación media de las
cooperativas agrícolas en el mercado es de un 40 por ciento mientras que
en España es superior al 50 por ciento. Por comunidades Andalucía,
Asturias, Cantabria y Navarra son las que presentan una mayor dimensión
económica, con facturaciones superiores a los 7,5 millones de euros. No
obstante, "la repercusión por socio en la comunidad andaluza es muy
inferior a la media nacional, debido a que existe un mayor número de
integrantes por cooperativa".
Según los datos de Cajamar, de las 3.415 cooperativas
agroalimentarias que había en 2011 en España, 736 estaban en Andalucía,
facturando 6.269 de los 19.172 millones de euros registrados a nivel
nacional. Estaban integradas por 358.094 socios, con una media de 487
socios por cooperativa, y una facturación de 8,52 millones de euros por
cooperativa, lo que representa 17.507 euros por socio.
El informe recoge además un incremento de las ventas en la última
década en un 80,9 por ciento y de la ratio económica por cooperativa en
un 42,8 por ciento. En la última década se ha reducido el número de
cooperativas en un 6,4 por ciento mientras que ha crecido el de socios
en un 48,8 por ciento. La facturación total de las cooperativas
andaluzas ha pasado en este tiempo de 2.625 millones de euros a 6.269.
En el informe se indica que se está produciendo un cambio de
enfoque empresarial en las cooperativas agroalimentarias andaluzas,
"acercándose al mercado, con una mayor coordinación entre producción y
comercialización y una mayor especialización". De esta forma, "se
pretende dar respuesta a la tendencia de concentración del sector
minorista y de los cambios en las preferencias de los consumidores".
No obstante, se insiste en que el cooperativismo agrario en
Andalucía, constituido en su mayoría por empresas de pequeño y mediano
tamaño, "debe alcanzar una mayor dimensión, y ha de abordar procesos de
transformación de los productos agrarios, alcanzar economías de escala,
mejorar el poder de negociación en la cadena de suministro e iniciar
procesos de internacionalización y de I+D+i".
Por sectores, las cooperativas de vacuno de leche y de agricultura
ecológica han tenido una evolución muy importante en esta década,
pasando de 8,1 a 190,2 millones de euros y de 3,8 a 58,1 millones de
euros, respectivamente. Aunque en valores absolutos los dos sectores más
importantes de la agricultura andaluza también han tenido
comportamientos muy positivos: el aceite, que ha pasado de 719,6 a 1.385
millones de euros, y las hortalizas, que han pasado de 714,8 a 1.253
millones de euros.
En 2012, tres cooperativas andaluzas --Hojiblanca, Covap y CASI--
se encontraban entre los siete primeros grupos cooperativos españoles
agroindustriales.
Por provincias, según los datos recogidos por Faeca, Almería,
Córdoba, Jaén y Sevilla reúnen más del 70 por ciento de la facturación
de la región, aportando el cooperativismo almeriense el 27,8 por ciento
del total, lo que evidencia que en el ámbito agrario es el más
desarrollado. Por su parte, las 85 cooperativas de Granada facturaron
379,7 millones de euros, lo que supone 4,5 millones de euros por
sociedad.
La provincia con una mayor presencia de empresas cooperativas es
Jaén (155), aunque la facturación media de las mismas está por debajo de
la media andaluza. Esta atomización es una característica, no obstante,
de la comunidad con respecto a otros territorios nacionales. Le siguen
en número de sociedades Córdoba (98) y Sevilla (95). En el otro extremo
están Huelva (53) y Cádiz, con menor tradición, ya que solo muestra 34
cooperativas con una facturación de 154,9 millones de euros, frente a
los 1.270, 1 de Almería o los 811 de Córdoba.
En cuanto a la industria agroalimentaria España no se encuentra
entre los países que ocupan primeros puestos en Europa, a pesar de ser
la tercera en producción. En Andalucía la industrialización del sector
viene definida por las especializaciones agrarias de la comunidad.
Aceites y grasas son los que mayores ingresos obtienen, seguidos de
cárnicas, quedando muy relegadas la transformación de frutas y
hortalizas, donde se haya un gran potencial.
En relación al comercio exterior, el informe señala que las
exportaciones de alimentos andaluces supusieron en 2012 el 20 por ciento
del total nacional, superando los 6.900 millones de euros. En cuanto a
las ayudas, Jaén ha sido la mayor perceptora con el 25,2 por ciento de
las percibidas, seguida de Sevilla (24,9 por ciento), Córdoba (19,7 por
ciento) y Granada con 146,6 millones de euros (8,8 por ciento). En los
últimos lugares se encuentran Almería (3,5 por ciento) y Huelva (3,7 por
ciento).
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