martes, 4 de junio de 2013

Eliminar a Sánchez Teruel - 2ª parte / C. San Juan

Si recuerdan en el artículo anterior, del que éste es continuación, hablábamos de un golpe de estado del antiguo sector guerrista contra el secretario general del PSOE en Almería, José Luís Sánchez Teruel, y de cómo este va tomando posiciones estratégicas de cara al momento en que haya que contar.

   Pues bien, el pasado 7 de mayo se conmemoró el 25º aniversario de la llegada al poder de los guerristas en el Congreso de La Parra, derrotando a Pepe Batlles y a los antiguos borbollistas, muchos de los cuales serían el germen del movimiento renovador que poco más tarde lideraron en principio Blas Díaz y Paco Contreras.

   Esta conmemoración ha sido uno más de los encuentros que este sector viene realizando desde hace años por toda la geografía almeriense con motivos diversos. A algunos de estos encuentros, los menos, con muy pocos invitados alrededor de la mesa camilla por aquello de que las paredes oyen, sólo acuden los “patanegra” guerristas como Nono Amate, Antonio Bonilla, Juan Carlos Pérez Navas o Fernando Martínez. 

Nada mejor que comidas de hermandad como excusa casi perfecta para que no se vean las verdaderas intenciones de mantener cohesionado al grupo y  de camino controlar que todas las ovejas estén dentro del redil. A dichas comidas asisten ex-diputados provinciales y nacionales; también regularmente otros notables guerristas como algunos antiguos alcaldes, además, por supuesto, del líder perpetuo del grupo, Nono Amate, que nunca falta a estos encuentros gastronómicos.

    Pero aparte de recordar aquellos maravillosos años en que todos ellos gobernaban el partido y las instituciones de la provincia ¿cuál es el tema que centra sus debates después de repetir la sempiterna cantinela de que “hemos entregado el partido a los jóvenes y ya veis donde nos van a llevar”? 

Sin lugar a dudas el tema más recurrente que centra las sobremesas gira en torno a la supuesta debilidad del secretario general, José Luís Sánchez Teruel, en manos de la secretaria de Política Institucional, Adela Segura, que según ellos es la que verdaderamente manda en el partido. Un ataque a José Luís en toda regla, aunque encubierto por ser Adela la primera destinataria de este ataque. Está claro que utilizan la máxima “divide y vencerás”.

   Un argumento repetido también por otros sectores del partido no guerristas, incierto  a todas luces por resultar evidente que Adela Segura hace a la perfección su papel de resguardar la figura del secretario general, sacándole al día más horas de las que tiene en el cometido de su trabajo político, algo que incomoda muy mucho a los guerristas. ¿O es que acaso alguien duda de que si no estuviera ella parapetando al secretario general, el ataque estaría directamente dirigido hacia él mismo?

   Ni que decir tiene que el artículo anterior no ha sentado nada bien a quienes quieren aparentar que las aguas están mansas en el PSOE de Almería. Fernando Martínez, por ejemplo, ha llegado a escribir que supone un “contubernio judeo masónico”. ¿No les suenan  estas palabras algo rancias y esgrimidas por antiguos dictadores? Por supuesto que Fernando no es un dictador, pero sí, que abusando de su condición de profesor de Historia Contemporánea, se atreve a calificar de complot lo que es una simple opinión informativa. ¿Pega también aquí lo de matar al mensajero? 

Y eso que solo decíamos en ese artículo que su ambición secreta era ser el próximo rector de la Universidad, no descubriendo su verdadera intención para ver así como reaccionaba. Su antigua aspiración de ser rector solo pasó por su cabeza un tiempo demasiado corto, fue en la época del martinismo, pero cuando José Luís Sánchez Teruel llegó a la Secretaría General otros fueron sus objetivos.

 Un lector de este Confidencial  así lo afirma, y seguramente sea verdad ya que lo que ahora quiere realmente Fernando es ser el próximo cabeza de la lista al Congreso de los Diputados, claro que descartada su otra intención de ser europarlamentario, toda vez que las encuestas de intención de voto no auguran unos buenos resultados en las elecciones europeas a nivel estatal.

   Algún otro lector ve un signo de martinismo en el artículo anterior, a lo que he de decir que nada más lejos de la verdad, aunque pienso que el paso de Martín Soler por las dos Consejerías de las que fue titular tuvo más luces que sombras. 

Pero siendo este tema agua pasada que no mueve molino, no deja de ser otra argucia del viejo sector guerrista, que quiere seguir viendo fantasmas del pasado reciente para seguir teniendo un enemigo común exterior a la coalición forzada de ex guerristas y los partidarios del actual secretario general, para seguir perviviendo como grupo.

Dicen algunos que el martinismo también ha tenido otros encuentros gastronómicos (otra vez las comidas como motivo de encuentro), al parecer cada vez con menos comensales, y cuya pretensión  no es otra que decirle a sus antiguos seguidores que aún existe, y  que  ahí está por si cambian los tiempos.

Como analista de la situación política de la provincia, especialmente del socialismo por mí vinculación a la izquierda, tengo la libertad de enjuiciar sin ataduras lo que observo a mí alrededor, confesando que entendí que la mejor opción era la de Sánchez Teruel, pues su savia nueva vendría bien al partido. Pero esa reflexión tampoco me hipoteca para expresar con la objetividad posible lo que pienso y escribo.

   Fernando Martínez pide también que le dejen trabajar, que está resucitando la Agrupación local del PSOE de Almería capital, muerta antes de que él tomara sus riendas (¡no más salvapatrias por favor!); con Aznar es suficiente. Fernando pide que no se hable ahora de estos asuntos, que todo el mundo es bueno, ¿para qué remover nada ahora que él ha llegado al poder? Es como decir que dejen tranquilo a su sector dentro de la Ejecutiva Provincial, a la que tiene marcada, en términos futbolísticos, con defensas infiltrados, situados estratégicamente entre la plantilla socialista, dispuestos a disparar contra su propia portería cuando su capitán se lo indique.

 En este sentido me consta que, visto de que va el juego, son muchos los militantes que están abriendo los ojos y se están sumando sin ataduras del pasado al proyecto político del secretario general de la provincia.

   Pero no dejan de tener razón los que piensan que José Luís Sánchez Teruel es un poco ingenuo, o quizá que aún no es todo lo maquiavélico que se supone que tiene que ser un político de profesión. Uno, propone los cargos públicos a veces enteramente libre en sus decisiones, sin condicionamientos aparentes, practicando el buenismo, la no confrontación, la integración y hasta el favor sobre todo si el afortunado tiene una buena preparación técnica, apellido, y llega la propuesta, que aún no siendo consciente de ello, no hay duda de que le viene inducida. Viene esto a cuento de cómo acabábamos el artículo anterior haciendo referencia al tapado del guerrismo, ése que estos preparan para el asalto a la Secretaría General del PSOE en Almería.

   Desde que el mundo es mundo, muchos de los que han ejercido el poder durante muchos años de forma absoluta tienen una tentación, que no es otra que la de perpetuarse en el poder a través de su descendencia, fundando una dinastía. La zoología presta algunos de sus miembros al lenguaje de la política. Un lector del Confidencial hablaba del tapado sin nombrarlo (¿miedo reverencial?), como de un delfín que se había convertido en un tiburón, otro como la zorra puesta a cuidar de las gallinas en el corral, yo no se qué animal utilizar como símil o si valen otras metáforas, pero sí tengo claro, que si no lo remedia nadie, asistiremos a la entronización del hijo de…Continuará.

P.D.- Eliminar a Sánchez Teruel, objetivo de los antiguos guerristas, era el título del artículo citado, que fue publicado en este blog, como primera entrega, el pasado 29 de mayo, erróneamente firmado por Argárico cuando la firma de su verdadero autor debiera haber sido C. San Juan.

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