En medio de
los fastos de este año en la Fitur de la crisis, alguien muy cercano a
Gabriel Amat, presidente de la Diputación y del PP de Almería, le comentó al
periodista de confianza que iba a entrevistarle: “Procura no preguntarle hoy
cosas problemáticas a Gabriel, lleva unos días insoportable y no carbura bien”.
No era para
menos el que no carburase bien, días antes, le habían notificado formalmente
que se le abría una “amplia investigación” judicial para comprobar los extremos
de la denuncia presentada dos semanas antes en la Fiscalía Superior del TSJA en
Granada, por la Asociación Mediterránea contra la Corrupción y la Transparencia,
conocida con el significativo acrónimo AMAyT. Una denuncia que afecta
directamente al también alcalde de Roquetas de Mar, fundamentalmente por lo
acontecido en su patrimonio familiar en el desempeño de dicho cargo que sigue
compatibilizando en la actualidad.
Amat en el
marco de esta Fitur, entre los abrazos de rigor y los múltiples pagos de favores
políticos y mediáticos, no perdió ocasión para proclamar por lo bajini a un
supuesto amigo aquello de “cuan gritan esos malditos de la Internet”.
Se refería,
obviamente, a esa avanzadilla de la sociedad civil que ha sido capaz de
articularse como asociación en su entorno y crear una oenegé
contra la corrupción. Iban tan de frente los de dicha asociación que hasta
habían elegido un nombre corto –Amayt- para tocarle la moral y otras cosas. De
poco o de nada le había servido llamar a capítulo a su despacho a cargos del PP
prohibiéndoles cualquier contacto con la reactivada y potenciada resistencia de la sociedad
civil del Poniente. Cargos sumisos y obedientes que, obviamente, han guardado
su supuesta ética en el cajón para cuando vuelvan a tener aspiraciones políticas.
La misma "resistencia" de la que alguno de ellos llegaron a formar parte contra Enciso,
corregida y aumentada en la actualidad, que puso punto y final al régimen de su
viejo camarada en El Ejido.
El PP usó un dossier contra Enciso
Por cierto,
es oportuno recordar hoy, con la que está cayendo en Barcelona con los dosieres
de espionaje político, que fue un carísimo dossier de esas características
denominado “Informe Pícaro”, encargado y financiado por gente del PP, el que
avaló las denuncias judiciales del PP que destaparon la Operación Poniente
contra el clan de Enciso. Una guerra civil en la derecha en la que no solo se
rompieron los carnés del partido. Saltaron por los aires relaciones personales
y algunos negocios que quedaron enteros o a medias. Y en
eso precisamente abunda lo que queda, si queda algo, de la Operación Poniente, como por ejemplo las
actividades del empresario, socio y amigo de Amat, Miguel Rifá dueño del
holding Citymar Hoteles, investigado por denuncia de la Agencia Tributaria y
un juzgado de Almería desde hace meses. Sus empresas aparecen en el sumario de la OP.
Seis años
después de aquellas primeras denuncias contra los manejos de Enciso en el Elsur
desde el ayuntamiento de El Ejido, que supuso la eliminación civil y política
del líder del PdAL y los suyos, Gabriel Amat comienza a conocer el amargo sabor
de aquel jarabe que él ayudó a preparar
para Enciso a finales de 2006. En su duerme vela, desde hace semanas, solo usa
un ojo. El otro lo mantiene avizor por si entran los fiscales. Tampoco corren
tiempos para que ningún fiscal se juegue la Carrera filtrando datos a personas
investigadas, tal cual sucedió con Enciso y su amigo el número dos de la
Fiscalía almeriense. Las cosas han cambiado y los jueces y fiscales, en su gran
mayoría, se han dado cuenta que la sociedad les mira a ellos como último
recurso para salvar la democracia, confía en todos ellos en unos momentos donde las cloacas rebosan por
doquier y la convivencia se hace insoportable.
Con el
anuncio de una amplia investigación sobre el patrimonio familiar del clan Amat
por parte de la Fiscalía, hoy los medios de comunicación y las redes sociales
se hacen eco de la noticia con gran profusión de detalles. Algunos medios,
pocos, han guardado la noticia también en el cajón. Lógico, el silencio
también se paga, con dinero público, claro.
Zoido no habla de lo suyo.
Sin embargo ni una sola voz del PP ha salido en las últimas
horas a decir algo, a dar alguna explicación sobre la denuncia que obra en
poder de Amat desde finales de enero. Un extenso silencio ha invadido el
escenario de esa derecha tan combativa regionalmente contra la corrupción en la trama de los
Eres desde hace dos años. Puede tener varias explicaciones.
La primera
es que afecta a una persona estrechamente relacionada con Javier Arenas, tanto
que se han autodefinido como “hermanos”, siendo Arenas el más pequeño.
La segunda
y principal que la bomba de relojería podría estallar el día menos
pensado en el más importante feudo del PP
en Andalucía, donde gracias a Gabriel Amat y a su forma de ejercer la
política (y los negocios), han logrado laminar electoralmente al PSOE,
dejándole solo con la
alcaldía de Vícar y las delegaciones de la Junta como únicas
instituciones bajo control socialista. Amat, además, ha tenido la
habilidad de convertir Almería, desde el
punto de vista político, en el feudo personal de Javier Arenas.
Juan
Ignacio Zoido conoce bien la problemática de Almería desde hace años. Siendo secretario general
del PP-A ya le tocó intervenir en la guerra civil del PP almeriense negociando con los
rebeldes. Aún recuerda con cierto acojono cuando descubrió, en una reunión
negociadora celebrada en el restaurante de la Plaza de toros de Antequera, que
uno de los acompañantes de Enciso llevaba pistola.
Pero es que
además es vox populi en Almería y fuera de ella lo inmensamente rico que llega
a ser el alcalde de Roquetas merced a un entramado de, según Amayt, 108
sociedades y la presencia directa o indirecta en más de 300 órganos rectores de
esas empresas. En muchas o en la mayoría de las decisiones denunciadas por Amayt, tomadas por Amat
como alcalde, han aparecido intereses económicos cercanos al edil, a su
familia, amigos o socios.
En todo
caso dejemos el beneficio de la duda sobre Zoido en tanto que el feudo
almeriense siempre estuvo bajo la tutela directa de Javier Arenas, quien
llegó
a presentarse en dos ocasiones encabezando la lista de diputados
autonómicos.
El mismo Arenas que ayer repetía, al anunciar miles de querellas por los
papeles de Bárcenas, “transparencia, transparencia y más transparencia”;
el
mismo Arenas que tan bien conoce al clan Amat, es quien debiera dar el
primer paso
a poner la mano en el fuego por Gabriel, su hermano mayor en aras a la
"transparencia" que reivindica tan machaconamente. (Le deseo que con
mejor fortuna que cuando lo hizo por
Juan Enciso al que llegó a definir públicamente en un mitin como “el
mejor
alcalde de España”).
Ultima hora: Gabriel Amat ha interrumpido una rueda de prensa sobre un concierto de Julio Iglesias- que ya debe pagar sus impuestos en España- para decir a puerta cerrada a un medio de comunicación que piensa presentar una querella. No ha especificado contra quién, aunque se supone que contra quienes le han denunciado ante la Fiscalía.
Ultima hora: Gabriel Amat ha interrumpido una rueda de prensa sobre un concierto de Julio Iglesias- que ya debe pagar sus impuestos en España- para decir a puerta cerrada a un medio de comunicación que piensa presentar una querella. No ha especificado contra quién, aunque se supone que contra quienes le han denunciado ante la Fiscalía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario