sábado, 26 de enero de 2013

Condenado el exdirector de una sucursal de Cajamurcia por apropiarse de 160.465 euros de un cliente Artículo publicado en almeria360.com: Condenado el exdirector de una sucursal de Cajamurcia por apropiarse de 160.465 euros de un cliente en Almería

ALMERÍA.- La Audiencia Provincial de Almería ha condenado a tres años, seis meses y un día de prisión al que fuera director de una sucursal de Cajamurcia en Almería capital, M.F.L.O., por apropiarse de 160.465 euros que un cliente tenía depositados en una cuenta de la entidad, "aprovechándose de su escasa formación, de que residía en el exterior y viajaba ocasionalmente a España, de que no recibía la correspondencia de movimientos y de la confianza que había depositado en él". 

Para ejecutar el desfalco, que se produjo entre los años 2003 y 2008, M.F.L.O. realizaba "traspasos de los fondos" de la cuenta de la víctima a sus propias cuentas o a las de las dos sociedades de las que era administrador, que justificaba bien "usando impresos que el cliente había firmado con anterioridad en blanco o sin prestar atención al contenido" o bien mediante la "suplantación de su identidad para estampar una firma" simulada en los documentos.
La sentencia de la Sección Tercera considera al acusado autor de un delito continuado de apropiación indebida en concurso medial con delito de falsedad en documento mercantil y le impone, además de la pena privativa de libertad, una multa de 1.620 euros.
El fiscal y la acusación particular solicitaron durante el trámite de informes la pena de cinco años cárcel.
El fallo impone además la obligación de indemnizar a la víctima en el importe apropiado más los intereses legales, a la vez que declara la responsabilidad civil subsidiaria de Cajamurcia ya que, si bien no colaboró en la comisión de los hechos como tal entidad ni ninguno de sus otros empleados, "permitió, por no adoptar la debida diligencia, la perpetración del delito".
La sentencia relata en el apartado de hechos probados que, a principios del 2003, el acusado era director de una sucursal bancaria de Cajamar en la capital almeriense, donde la víctima, un obrero con "escasa formación" que permanecía la mayor tiempo en el extranjero por trabajo, tenía una cuenta abierta con 162.000 euros.
En julio de ese mismo año, el acusado aceptó el puesto de director que Cajamurcia le ofreció para una sucursal de Almería capital, y "convenció" a la víctima para que trasfiriera sus fondos a su nueva oficina, "dado que se había originado una relación de confianza entre ambos".
"Siguiendo las indicaciones del acusado", la víctima firmó dos cheques, uno al portador por un importe de 120.000 euros y otro de 42.000 euros a su nombre, convencido de que ambos iban a ser ingresados en cuentas de su titularidad en la entidad.
No obstante, el acusado, "con la intención de obtener un beneficio patrimonial", cobró e ingresó el importe del cheque por 120.000 euros en una cuenta de la Caja General de Ahorros de Granada cuyo titular era una sociedad de la que era socio y administrador, mientras que el otro lo ingresó en la cuenta abierta por la víctima en Cajamurcia.
El fallo subraya que el acusado se aprovechó de su posición como director de la sucursal, de la confianza que la víctima había depositado en él, y del hecho de que el cliente residía en el extranjero, donde no recibía correspondencia bancaria, y que solo viajaba a España "ocasionalmente".
De este modo, "comenzó a realizar una serie de traspasos de los fondos" de la cuenta de la víctima a sus propias cuentas o a las de sociedades de las que era administrador.
Para justificar aquellas operaciones, el acusado utilizaba en ocasiones impresos que la víctima había firmado con anterioridad "en blanco o sin prestar atención a su contenido".
En otras ocasiones, el propio acusado firmaba los documentos que justificaban la operación "suplantando" al cliente en la firma, y "a veces simplemente las realizaba sin ningún soporte documental".
En septiembre del 2006, durante una visita de la víctima a Almería, y "para dar una apariencia de normalidad a la cuanta" del cliente, quien había solicitado invertir en productos bancarios, el acusado procedió a ingresar 192.000 euros.
Sin embargo, días después el acusado realizó cuatro operaciones de traspaso de fondos de la cuenta del cliente a sus propias cuentas o a las de las empresas por él administradas por un importe total de 183.500 euros.
Con posterioridad, el acusado realizó "nuevas disposiciones sin autorización, hasta que el 24 de enero del 2008 su saldo era de 1.534,44 euros, habiéndose apropiado en total de 160.465 euros de los 162.000 euros" que poseía la víctima cuando abrió la cuenta en la sucursal.
El acusado dejó de ser director de la sucursal en febrero del 2008 y el cliente interpuso una querella contra el acusado y Cajamurcia en junio del 2009.

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