jueves, 24 de enero de 2013

El GEM propone una "deconstrucción" de El Algarrobico para formar arrecifes artificiales en Cabo de Gata

ALMERÍA.- El Grupo Ecologista Mediterráneo (GEM) ha presentado este jueves una propuesta de actuación para la "deconstrucción" del polémico hotel situado en la playa de El Algarrobico, en Carboneras por la que, una vez que se dictamine su destrucción, los residuos que genere puedan ser aprovechados y reciclados, de forma que las estructuras sirvan para la creación de arrecifes artificiales en el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar. 

   Según ha explicado el portavoz del GEM, Antonio Fernández, el objetivo de la propuesta, que ha sido remitida al Ayuntamiento de Carboneras, la Junta de Andalucía y Gobierno central, es evitar la demolición del inmueble de una veintena de plantas y 411 habitaciones promovido por Azata a favor de un procedimiento que permita "desmontar" el hotel y "reciclar" sus residuos.
   En este sentido, la organización encargó el pasado verano al gabinete de ambientólogos Lymgis un estudio preliminar no evaluado económicamente para obtener una primera aproximación a la gestión de residuos que generaría el hotel en una intervención denominada "demolición verde". Dicho estudio apunta que la actuación permitiría obtener unas 200 estructuras estandarizadas que servirían para conformar arrecifes artificiales.
   Así, desde la perspectiva sostenible que ofrece el GEM, una actuación de estas características daría lugar a varios "beneficios", entre los que han destacado la generación de puestos de trabajo en las obras para acabar con el hotel, el fomento de recursos pesqueros mediante arrecifes artificiales y las posibilidades turísticas de los mismos.
   Según los cálculos del grupo, de unos 30 a 40 empleos por tiempo limitado que conllevaría la demolición, se podrían obtener hasta 300 por más tiempo en caso de que se apostara por la "deconstrucción" del edificio. Esta experiencia supondría además, según plantean, la posibilidad de formar nueva mano de obra destinada a este tipo de actuaciones, en las que también se plantea el uso de profesionales cualificados.
   Además de la creación de un mayor número de puestos de trabajo, la entidad conservacionista señala que la creación de arrecifes artificiales fomentaría los recursos pesqueros de la zona y, a su vez, protegería el lugar ante la pesca de arrastre, mucho más dañina. No obstante, Fernández ha especificado que la localización correcta de los arrecifes así como sus dimensiones y los materiales "reciclados" a emplear deben también someterse a estudio.
   A largo plazo, la organización apuesta también por la creación de esta "ciudades submarinas" para especies acuáticas como método para fomentar el turismo, ya que, según consideran, las expediciones de buceo tienen una "gran potencialidad" y "bastantes seguidores", con lo que puede contribuir a diversificar la actividad turística de la zona.
   La organización ha explicado que, aunque el estudio desarrollado no está acompañado de una valoración económica, la actuación podría acarrear un coste ligeramente superior al estimado por la organización Greenpeace, que abogaba en un primer momento por la demolición. En este sentido, el estudio encargado por el Gobierno central a Tragsa valoraba la demolición del inmueble y restauración de la zona en 7,1 millones de euros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario