miércoles, 7 de septiembre de 2011

El encaje electoral de Rosa Aguilar / F.J.D.

La composición de las listas del PSOE cordobés al Congreso se ha convertido ya, por méritos propios, en el culebrón del final del verano. Aquí ya han entrado a saco todas las especulaciones posibles a nivel provincial, regional y nacional, por más que los dirigentes provinciales del partido quieren apagar el fuego mediático que pesa sobre ellos diciendo que son las agrupaciones locales y las de distrito las que elegirán a los representantes durante un proceso que se prolongará hasta mediado este mes. 

El caso es que las declaraciones de Carmen Calvo han dinamitado el proceso de tal modo que ahora es muy difícil buscar un encaje a Rosa Aguilar. Las palabras de Calvo, por encima de su descontento personal, apelaban a las conciencias de quienes son críticos con que Rosa Aguilar ocupe un lugar preeminente en el partido tras lustros como enemiga del mismo y eso está pensando mucho en el PSOE cordobés. Si  la estrategia de Calvo era remover los instintos políticos más básicos de sus correligionarios y dirigirlos hacia Aguilar lo ha conseguido. 

De hecho, el propio Durán reconoció en la rueda de prensa en la que participó el pasado lunes que una parte de la ejecutiva respondía a esta sensibilidad y "podría estar de acuerdo" con los argumentos esgrimidos por la diputada egabrense. Más claro, el agua. Y es que otras fuentes socialistas señalaron ayer a El Día que en la Ejecutiva previa a esta comparecencia se habló, y mucho, de la conveniencia o no de que Rosa Aguilar vaya por delante en la plancha del PSOE cordobés. Se aludió al caso de Rafael Gómez y su relación con la exalcaldesa, a la debacle en las municipales y a si no sería mejor que ella fuera por otra provincia para evitar mayores problemas en un partido en cuyo interior la tensión es evidente.

Desde que la mano derecha de Rubalcaba en el proceso electoral, Elena Valenciano, anunciara que el candidato contaba con Aguilar, las miradas se dirigieron a Calvo debido a que la mala relación entre ambas hacía muy difícil verlas juntas en una misma lista. Sin embargo, pocos esperaban que el anuncio trajera tanta cola y complicara el encaje electoral de la ex alcaldesa tanto que ayer se diera casi por seguro que sería la cabeza de lista por Almería. Este extremo lo niegan categóricamente distintas fuentes de la Ejecutiva regional del PSOE, que aseguran que si Rosa Aguilar va por alguna provincia andaluza será por Córdoba y en ningún caso por otra.

En medio de este estruendo, ayer aparecía el nombre de Luis Planas, embajador de España ante la Unión Europea y socialista cordobés de mucho pedigrí. Se da por hecho que estará en la lista, aunque nadie ha confirmado si será el número uno precisamente por el encaje de Aguilar, que de ir por Córdoba iría de uno dada su condición de ministra. En cualquier caso, Planas sería bien visto también de número uno y ésta era ayer la opción favorita de distintas fuentes del PSOE consultadas. El secretario provincial del PSOE, Juan Pablo Durán, dijo ayer que "como cualquier otro" militante socialista, puede ser un buen cabeza de lista del PSOE cordobés para el Congreso en las elecciones generales del próximo 20 de noviembre y reiteró que "ahora es el momento de la democracia, ahora es el momento de las agrupaciones locales".

Planas fue defendido ayer como un hombre al que no le han afectado las crisis y siempre ha desempeñado importantes papeles institucionales y orgánicos en el partido, donde llegó a ser secretario provincial. Tampoco es Planas hoy un hombre del aparato, por lo que su presencia sería neutra en un momento de tirios y troyanos en el seno del partido en Córdoba. Cuenta también su excelente relación personal con José Antonio Griñán, pues ambos son inspectores de trabajo y han mantenido siempre una estrecha colaboración. 

De hecho, fue Planas el que propuso a Griñán como cabeza de lista al parlamento por Córdoba. Pero claro, hablar de Planas es plantear qué encaje tendrá Aguilar en las listas si se descarta su presencia en Almería. ¿Por qué se produce este descarte? La actual secretaria de Estado para la Función Pública, Consuelo Rumí, es almeriense y se perfila como cabeza de lista del PSOE por esa provincia. Uno de sus valedores es Jesús Caldera y éste se encuentra ahora, según fuentes socialistas, muy cerca de Rubalcaba, por lo que parece muy complicado que se desaloje a esta mujer del número uno para colocar a Rosa Aguilar, cuya gestión de la denominada crisis del pepino tampoco fue todo lo buena que se cree en el seno del partido.

La tercera vía de todo este maremágnum de nombres se presenta en la posibilidad de que Aguilar se presentara en la lista de Madrid, aunque esta posibilidad no ha sido aún estudiada y no hay nada cerrado en este sentido. Sí está claro que Rubalcaba la quiere cerca por una razón, y así lo expresaron ayer fuentes cercanas a Ferraz: "Rosa Aguilar sigue con una de las mejores valoraciones del Gobierno y ninguna de las crisis que han podido afectar a su gestión han mermado su capacidad electoral". 

Esta afirmación justifica la pelea pero también complica el encaje electoral de Rosa Aguilar, pues buena parte de los socialistas cordobeses sostienen que sus puntos débiles serían un lastre especialmente en Córdoba, donde Planas ya es un nombre fijo. Incluso hay quien dice que la propia Carmen Calvo también podría figurar entre los candidatos.

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