ALMERÍA.- El Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino (MARM) y la Junta de Andalucía han comenzado a redactar un convenio bilateral en el que se plasmará las competencias de cada administración a la hora de demoler el hotel construido por Azata del Sol en el paraje de El Algarrobico, en Carboneras y restaurar el entorno, una vez exista pronunciamiento judicial.
Así lo ha explicado hoy la responsable de la Campaña de Costas de Greenpeace, Pilar Marcos, quien ha asistido este lunes, junto a otra activista María José Caballero, a una reunión con la secretaria de Estado para el Cambio Climático y la Biodiversidad, Teresa Ribera, y el director general de Costas, Pedro Antonio Ríos, en la que ambos miembros del Gobierno central han trasladado su "compromiso" para restituir el paraje a su estado original.
Según Marcos, se trata de la primera ocasión que el MARM se compromete frente a los miembros del colectivo ecologistas a derribar el hotel, de forma que, según su explicación, el documento que suscribirán ambas entidades se hará público "en breves fechas", ya que actualmente su redacción está encargada a los servicios jurídicos del MARM.
No obstante, según los primeros datos que han trascendido del acuerdo, el departamento que dirige la ministra Rosa Aguilar se ocuparía de la demolición del hotel, mientras que la Junta de Andalucía sería la encargada de gestionar los residuos que provocara dicha demolición y, posteriormente, de reconstituir el paraje natural.
"No hay retorno", ha manifestado la activista, quien ha dado por "cerrada" definitivamente la oficina temporal que una docena de ecologistas de Greenpeace abrieron la pasada semana en el hotel de El Algarrobico para solicitar este compromiso firme por parte del Gobierno central y autonómico antes de la celebración de las próximas elecciones generales.
La reunión, que ha transcurrido a partir de las 12,00 horas de este lunes, se produce después de que el pasado jueves los activistas entregaran en el Palacio de la Moncloa cerca de 30.000 firmas para pedir la demolición del hotel así como una carta en la que solicitan al Consejo de Ministros una hoja de ruta sobre esa demolición.
Anteriormente, los miembros de la organización pasaron tres días en el hotel donde instalaron una oficina temporal y realizaron varias acciones reivindicativas como una manifestación y un mural.
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