viernes, 6 de mayo de 2011

Diario de campaña en El Ejido (1) / Rafael M. Martos

Tengo en la mesa una serie de documentos que prueban que cierta información publicada es un absoluto infundio, y si tengo dichos documentos no es porque los haya pedido a raíz de esto, si no por que esta misma historia circuló por las redes sociales hace unos cuatro o cinco meses. En aquel momento el difamador en cuestión no encontró eco en ningún medio de comunicación, nadie le compró la mercancía, pero sí que el aludido, Francisco Góngora, salió a la palestra, ofreció una rueda de prensa, ofreció explicaciones y papeles... y esos son los que tengo.
 
Ha empezado fuerte la campaña electoral, y me recuerda a cuando hace cuatro años, un medio de comunicación que vino avalado y auspiciado por el Partido Popular, quince día antes de las elecciones cambió de bando, de un modo tan radical y visceral como ha hecho un periódico de El Ejido, sólo que en sentido contrario.
 
En este caso la historia que vendían era que Góngora había dado un pelotazo con la compraventa de un terreno que él mismo recalificó cuando era concejal de Urbanismo del Ayuntamiento ejidense.
 
La cosa es bastante burda ya que el PGOU de El Ejido estaba en exposición pública desde julio de 1998, cuando Góngora ni era concejal ni se le esperaba (bueno, su familia le esperaría porque trabajaban Madrid y supongo que volvería por Navidad). En mayo de 1999 entra como concejal en el Ayuntamiento por el PP, con Juan Enciso como cabeza de lista. 
 
A lo largo de esa Corporación (1999-2003) compra un terreno que según el avance del PGOU que había elaborado el anterior equipo de Gobierno, era urbanizable, algo que sabía todo el mundo puesto que estaba expuesto públicamente.
 
Luego lo vendió y tuvo un importante beneficio... ¿algo ilícito? Pues no lo parece.

Es más, si hubiera o hubiese algo ilícito o inmoral, sorprende que quienes hoy se escandalizan y hablan de pelotazos no caigan en la cuenta de que Enciso sabía que Góngora había comprado esa finca, porque así quedó reflejado en el Registro de Intereses el 13 de junio de 2003 cuando repitió como concejal. Y esto a Enciso no le importó cuando lo volvió a meter en su lista, ni le importó mientras lo tuvo con él.

Por cierto, que el terreno fue escriturado en 80 millones de pesetas, para lo que pidió un préstamo de 70 millones, y sólo era dueño del 25%, que era su participación en una sociedad constituída a tal efecto.

Es un error empezar la campaña así, recuperando viejas infamias a ver si cuelan hoy. Esto sólo demuestra nerviosismo, mucho nerviosismo. Este apuntar directo al candidato del PP deja negro sobre blanco que el PAL ve en él su rival real, mientras el PSOE está en otras cosas y deja en manos de IU el desgaste de PP y de PAL.

Sabemos lo que dicen las encuestas y hace cuatro años se equivocaron.

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