lunes, 21 de marzo de 2011

Miles de marroquíes salen a la calle a pesar de las reformas anunciadas por Mohamed VI


RABAT.- Miles de marroquíes han vuelto a las calles de varias ciudades hoy para reclamar una nueva constitución, más justicia social y menos corrupción, a pesar del reciente anuncio del rey Mohamed VI de profundas reformas políticas, según informa 'El País', de Madrid.

Más de medio centenar de ciudades de Marruecos están viviendo una jornada de protesta, convocada por los jóvenes del Movimiento 20 de Febrero. Casablanca es la que ha registrado una mayor afluencia de manifestantes -50.000 según los organizadores y 5.000, según la policía-, mientras que en Rabat, unas 5.000 personas han recorrido la principal arteria de la ciudad, la avenida Mohamed V.
El wali (gobernador) de Rabat, Hassan Amrani, ha comentado a 'El País' la baja participación en la capital: "El discurso del rey del 9 de marzo ha surtido efecto. La gente ve buena voluntad y se moviliza menos". El 9 de marzo el rey anunció en un discurso no previsto una reforma constitucional que implica un recorte de sus poderes. El monarca se dirigió al pueblo de Marruecos para anunciar una profunda revisión de la Constitución que incluye reforzar la figura del primer ministro como "presidente de un poder ejecutivo efectivo", ampliar las atribuciones del Parlamento y reformar el sistema judicial.
Los eslóganes coreados hoy han sido similares a los de las manifestaciones anteriores: "El pueblo quiere la caída del despotismo". "El pueblo quiere una constitución digna de ese nombre". Se han pronunciado los nombres de los grandes amigos del rey, Fouad Ali el Himma, Mounir Majidi, Elías el Omari, y se les ha dicho a gritos Dégage (Lárgate).
Entre los manifestantes había representantes de partidos de izquierdas sin apenas representación parlamentaria, pero también miembros del Partido Socialista, y por supuesto los islamistas del movimiento Justicia y Espiritualidad. En su telediario del mediodía la televisión pública 2M les ha acusado de estar detrás de todas las manifestaciones, ha recordado que habían sido prohibidos y que eran "extremistas".
Las manifestaciones se han desarrollado sin violencia, incluso en el norte. Más de 5.000 personas (20.000, según la organizadores) se congregaron desde la una y media de la tarde en el barrio de Beni Makkada de Tánger, uno de los más humildes de esta ciudad, como pudo constatar la agencia española Efe sobre el terreno, mientras que unas 2.000 personas se manifestaron en Tetuán, según testigos.
En Alhucemas, también en el norte, unas 1.300 personas pidieron el "fin de la corrupción" y que se abra una investigación sobre la muerte de cinco jóvenes en esa ciudad en las protestas de hace un mes, indicó Mohamed Zayani, del comité de apoyo al Movimiento 20 de Febrero.
Al igual que en Casablanca, la presencia policial en la capital era apenas perceptible y se concentraba en policías de paisano y furgonetas en las calles adyacentes.

Se frustra en Arabia Saudí

Cerca de dos centenares de personas han tratado de manifestarse hoy en Riad, la capital de Arabia Saudí, para reclamar la liberación de sus familiares detenidos durante años sin cargos ni juicio. Antes de que pudieran congregarse frente al Ministerio del Interior, la policía les han impedido el acceso y ha detenido a unos cincuenta hombres, según relató a 'El País' el presidente de la Asociación por los Derechos Civiles y Políticos, Mohamed al Qahtani.

"He estado allí y he visto como más de un centenar de hombres trataban de reunirse, pero de inmediato la policía ha intervenido levantando barricadas para impedírselo", cuenta Al Qahtani por teléfono. Según este activista, "varios centenares de agentes les han rodeado", lo que ha hecho imposible la protesta. "También había unas cuarenta mujeres al otro lado del edificio", añade.
El Gobierno reconoce la existencia de 13.000 detenidos sin juicio bajo el pretexto de la lucha contra el terrorismo. Sin embargo, la Asociación por los Derechos Civiles y Políticos estima que la cifra está más cerca de los 30.000. "Es rara la familia saudí que no tiene un preso político", explicaba Al Qahtani en una reciente conversación en Riad.
Arabia Saudí no reconoce el derecho de manifestación y, a raíz de las recientes revueltas árabes, incluso ha reforzado la prohibición con una fetua que declara las protestas contrarias al islam. Hasta ahora, el principal exportador de petróleo del mundo no ha vivido las manifestaciones a favor de la participación política que han alcanzado a sus vecinos Bahréin, Omán y Yemen. Sin embargo, varios grupos han enviado peticiones al rey en ese sentido. Abdalá ha respondido con el anuncio de medidas económicas millonarias para combatir el paro, la falta de viviendas sociales y las carencias de la sanidad.
Los manifestantes de hoy, que no llevaban pancartas, ni coreaban eslóganes, empezaron a llegar a la zona hacia las nueve de la mañana. Ya entonces decenas de vehículos policiales rodeaban el Ministerio del Interior para evitar que pudieran acercarse. Al principio, los agentes trataron de convencerles para que se fueran.
"Les han intimidado diciéndoles que eligieran o se iban o les detenían", asegura Al Qahtani que califica de "exagerada" la respuesta policial. Unos cincuenta han sido obligados a subir a bordo de tres furgones policiales y trasladados a la prisión de Al Haer, según sus informaciones.
No es la primera vez que los familiares de los presos sin juicio se movilizan para solicitar su liberación. Desde el pasado mes de febrero, al menos en otras tres ocasiones, la última una semana antes, varias decenas de ellos, mujeres incluidas, han acudido ante el Ministerio del Interior con el mismo objetivo. Hasta ahora no se habían producido detenciones.
"El domingo anterior les pilló por sorpresa y las otras veces fueron muy pocos", señala Al Qahtani. Ese día, varios de los participantes dijeron a los policías que les observaban que habían "llegado al final del camino" y que no les importaba que les detuvieran. Lograron una promesa del viceministro de Interior para la lucha antiterrorista, el príncipe Mohammed Bin Nayef, para reunirse con una delegación de familiares de los presos, pero después de varios retrasos no ha obtenido nada concreto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario