jueves, 17 de marzo de 2011

La OTAN ve en Europa del este un modelo para el Norte de África

VARSOVIA.- Las antiguas repúblicas comunistas del centro y este de Europa pueden ser un modelo a seguir para las naciones del norte de África y de Oriente Próximo en su lucha por la democracia y la libertad de expresión, dijo el jueves el secretario general de la OTAN. 

Anders Fogh Rasmussen también reiteró que la OTAN intervendría militarmente en Libia, donde las fuerzas de Muamar Gadafi están avanzando rápidamente contra los rebeldes, sólo si existe un mandato de Naciones Unidas y un fuerte apoyo local a la implicación occidental.
"Cuando miro al centro y este de Europa soy muy optimista sobre el futuro que podemos lograr en el norte de África", dijo Rasmussen en un seminario en la capital polaca, Varsovia, al que también asistió el presidente polaco, Bronislaw Komorowski, y ministros de Defensa de muchos estados miembros ex comunistas de la OTAN.
"Hace unos 20 años lograsteis cambiar el régimen, modificar fronteras, y caminar hacia la democracia", dijo, refiriéndose a la caída de los regímenes comunistas del antiguo telón de acero en 1989. Polonia y otros estados ex comunistas entraron en la OTAN en 1999.
Sobre los acontecimientos en Libia, Rasmussen: "Estamos preparados para ayudar si es necesario y hay una perspectiva legal. A largo plazo, también debemos pensar en cómo la OTAN puede ayudar a los países norteafricanos en su transición hacia la democracia".
Divisiones en el seno del Consejo de Seguridad de la ONU ha ralentizado la respuesta de la comunidad internacional a los combates en Libia, aunque Estados Unidos, inicialmente reacio a la idea de una intervención extranjera, ha manifestado ahora su disposición a eventuales ataques aéreos para detener a las fuerzas de Gadafi.
Komorowski habló de los paralelismos entre la actual incertidumbre internacional sobre la forma de responder a los sucesos en el norte de África y la reacción de Occidente a las protestas de 1989.
"A finales de los 80 y principios de los 90, cuando Polonia y otros países consiguieron su libertad, fue una sorpresa, a veces una sorpresa difícil para muchos que no sabían cómo reaccionar", dijo.
Algunos líderes occidentales del momento se mostraron fríos ante la idea de una reunificación alemana y también preocupados por el impacto desestabilizador de los cambios que se sucedían en el este de Europa con el presidente soviético reformista Mijail Gorbachov.
"Hoy tenemos que pensar en ese primer periodo de transformación que tuvimos y ver qué puede ser de más ayuda para la situación en el norte de África con el máximo respeto para todas las diferencias", dijo Komorowski.

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