lunes, 20 de septiembre de 2010

La fruticultura es una actividad "rentable" que completa la agricultura intensiva

ALMERÍA.- La fruticultura se ha posicionado como una actividad rentable que complementaría a la agricultura intensiva, según las conclusiones obtenidas en el I Seminario Agronómico de la campaña 2010/11 que organiza la Fundación Cajamar y Coexphal, que se ha centrado en analizar las posibilidades del sector de la fruticultura en la provincia de Almería.

En el seminario titulado 'Fruticultura Tropical y Mediterránea', el catedrático del Departamento de Producción Vegetal de la Universidad de Almería, el doctor Julián Cuevas, realizó un análisis del sector agrícola almeriense, basado casi exclusivamente en la producción hortícola intensiva en el que se destaca "la escasa importancia" de la fruticultura, según informa la Fundación Cajamar.

Desde esta base, el núcleo de su ponencia resaltó las posibilidades de la fruticultura como una actividad "económica y rentable para diferentes comarcas de la provincia, complementando y contribuyendo a la diversificación del sector agrícola almeriense".

Cultivos frutales tropicales y subtropicales como el mango, el aguacate, el chirimoyo, el níspero o la papaya, o de clima mediterráneo como la uva de mesa, el caqui o el granado, pueden establecerse en la provincia como lo hacen en otras provincias del sur y levante peninsular. Este tipo de actividad agrícola "contribuye a la conservación del paisaje y del medio ambiente y puede aportar empleo y actividad para las zonas más desfavorecidas".

Tras una degustación de mango y uva de mesa sin semilla de la Estación Experimental de Fundación Cajamar, el seminario continuó con la intervención del investigador Juan José Hueso, que explicó las ventajas del cultivo del níspero japonés para las zonas tempranas de Almería.

El desarrollo de diferentes herramientas y estrategias como el aclareo químico, el uso de estrategias de riego deficitario o el establecimiento de plantaciones de alta densidad permiten adelantar la cosecha, mejorar la calidad de la fruta, incrementar los rendimientos y reducir los costes de producción, elevando notablemente la rentabilidad de este cultivo.

Por su parte, la ingeniera agrónoma Mónica González recordó la importancia que tuvo la uva de mesa para la economía almeriense durante dos siglos y las circunstancias que contribuyeron a la casi total desaparición de este sector en la provincia, que además no ha sido sustituido por otra actividad. También explicó cómo actualmente otras regiones han cogido el testigo y son ahora los principales productores de uva de mesa, un sector muy dinámico.

"Donde hubo uva puede haber nuevamente uva, ahora sin semilla", dijo la investigadora que como ejemplo citó la posibilidad de cultivar 'Autumn seedless', una variedad nieta de la uva 'Ohanes', en zonas frescas para el mercado de Navidad, que emplea una combinación de técnicas de cultivo que permiten retrasar la maduración.

Los resultados de este ensayo se recogen en un documento técnico titulado 'Uva de mesa. Técnicas para retrasar la recolección' editado por la Fundación Cajamar que se entregó a los asistentes junto con otro documento también editado recientemente titulado 'Fenología de la maduración del fruto en chirimoyo. Determinación de un índice de recolección'.

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