La puesta en servicio de esta área "permitirá a los pasajeros disfrutar de unas inmejorables vistas a la pista de vuelo, con el mar de fondo", detalló AENA en una nota, y pasará a formar parte de más de 1.000 metros cuadrados en los que se distribuye el espacio de actividad diaria.
Así, la misma superficie es la que entra a formar parte del vestíbulo de recogida de equipajes, donde empiezan a operar un hipódromo doble y otro sencillo, además de un amplio acceso con escalera mecánica y ascensor y una zona de control de pasaportes. Con independencia de las dos cintas señaladas, el aeropuerto dispondrá de una tercera para cuando se plantee la necesidad de separar flujos entre pasajeros procedentes de países schengen y no schengen.
El hall de llegadas es otra de las dependencias que cobrarán protagonismo en los próximos días, pues pasarán a estar operativos más de 400 metros cuadrados y se estrenarán 25 metros de fachada y una nueva salida a la calle. Esta zona contará con diez locales comerciales, de los que siete serán para empresas de alquiler de coches y tres para compañías de handling.
Una vez puestas en servicio todas estas instancias, del proyecto de remodelación del aeropuerto sólo quedaría pendiente la zona en la que se levantaba originariamente el edificio terminal, que data de los años 60. Ese solar se destinará a la instalación de filtros de seguridad y a actividad comercial, y la previsión apunta a que estará listo a finales de 2010.
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