sábado, 7 de agosto de 2010

Catas arqueológicas en el Ayuntamiento de Almería permiten hallar 17 nichos de la época califal

ALMERÍA.- Las catas arqueológicas practicadas en la segunda fase de obras en el interior de la Casa Consistorial de Almería han permitido hallar, hasta el momento, un total de 17 nichos correspondientes a la época califal de entre los siglos X y XI, unas sepulturas que presentan hasta tres tipologías diferentes y de las que siete pertenecen a niños o fetos, cuyos delicados restos también han sido encontrados en lo que hasta ahora habían sido las instalaciones administrativas del grupo municipal del PSOE en Almería.

Así lo explicó la directora de la excavación, Natalia Ortega, quien indicó que el Consistorio se sitúa en una de las zonas a las afueras de la antigua medina que fue usada como espacio funerario, unos hallazgos ya documentados a través de las catas que se realizaron en la Plaza de la Constitución en la primera fase de las obras dirigidas desde la Consejería de Obras Públicas y Vivienda.

En estas catas, que se iniciaron hace tres semanas después de casi dos años de espera por el retraso de las obras, se han hallado hasta el momento tres tipos de tumbas: la fosa simple excavada en la tierra, las de ladrillo de adobe y las macabrillas, un tipo de sepultura cuyo principal material es el yeso y que cuenta con una tapadera prismática que se aposenta sobre el cuerpo, si bien estas diferencias no son suficientes para demostrar que pudiera existir distintos estratos sociales entre los individuos.

En este sentido, Ortega señaló que "existe una diferenciación mínima porque los restos de cultura material y los ajuares funerarios encontrados son escasísimos y han salido muy pocas piezas" por lo que los trabajos emprendidos consistentes en 13 catas en el edificio más otras cuatro en el exterior continuarán hasta alcanzar "suelo estéril" en el que no se puedan hallar más vestigios que documenten el pasado almeriense.

"Por el momento estamos documentando toda la secuencia y fase de ocupación de esta zona", explicó la directora de la obra, quien apuntó a las dificultades de estas excavaciones por las reducidas dimensiones a las que se ven obligados a hacer las catas en cada una de las dependencias municipales. "Estamos acostumbrados a espacios abiertos en los que se puede catalogar mejor los elementos constructivos y todo lo que aparece".

Durante la excavación, que cuenta con un presupuesto de 30.000 euros más IVA, sí se ha podido recuperar algunos restos de vasijas, una pieza fragmentada pero completa, y varias piezas intactas de macabrillas que serán expuestas con posterioridad en el Museo Arqueológico de Almería.

Por otro lado, los restos humanos encontrados --orientados hacia La Meca en tumbas superpuestas, y en algunos casos prácticamente completos--, servirán para otro tipo de estudios si se consigue financiación, un aspecto que se desliga del trabajo arqueológico.

Por otra parte, en los estratos superiores del suelo, las catas han dejado averiguar la existencia de distintas construcciones dedicadas a la recogida y almacenamiento de agua tales como aljibes y arquetas, las cuales se corresponden con construcciones realizadas entre los siglos XVII y XVIII.

Según Ortega, es bastante probable que a partir del siglo XII la evolución urbana de la zona convirtiera lo que anteriormente fue una necrópolis en un área de uso doméstico, aunque por ahora no se ha podido documentar ningún tipo de estructura habitacional en el terreno más allá de los sistemas hidráulicos de siglos después.

De esta manera, los trabajos de recogida, limpieza y clasificación de restos arqueológicos continuarán sin tiempo indefinido hasta que la zona sea totalmente explorada para después continuar con las obras de la segunda fase del edificio que, en su culminación, podrían albergar para su contemplación uno de los restos hallados en el recibidor del edificio.

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