domingo, 28 de marzo de 2010

"Las anguladas" del doctor Gómez / Pepe Fernández *

La nueva y joven portavoz regional del PP, la concejal almeriense Rosario Soto, en rueda de prensa, desmarcó en pocos segundos al PP-A de su ex senador Jose Manuel Gómez Angulo, y evidenció que no conocía demasiado la dimensión que el personaje ha llegado a tener en su partido.

Puede parecer una obviedad pretender contarles quien es el doctor Gómez Angulo, pero dado que su nombre aparece de forma reiterada como nexo de unión – como correo- entre Pepe Alemán y una tupida red de políticos, cargos públicos, empresarios y periodistas de Andalucía, creo que quizás interese la visión de quien suscribe, que ha sido uno de los muchos periodistas que ha mantenido relación con él en estos años.

Exactamente hasta que dejó de llamar, hace tres meses, por haber desvelado la “hoja de ruta de Pizarro” y los planes de Martín Soler en su carrera hacía la presidencia de la Junta de Andalucía, como solución post griñanista. Mi ultima charla con él fue para echarme una “bronca” de parte del consejero de Innovación, que estaba muy decepcionado conmigo. Lo entendí, no piqué sus diversos anzuelos.

Empecé a tomar precauciones con Angulo hace tiempo, conforme iba descubriendo la cara oculta de las cocinas y sótanos de la política almeriense, especialmente a partir de los años 2003-04. Gómez Angulo, con el paso del tiempo, se fue transformando en un desinteresado “correo agitador”, y en una especie de ´spam´ de la política andaluza, entre gente muy diversa, también con los del del clan y lo detecté al poco tiempo de que empezaran a utilizarle, como mensajero.

Fue cuando llamó para ponerle precio a la “cabeza” de la delegada de Onda Cero en El Ejido, la periodista Eva Liria, la profesional que primero levantó el telón para que se supiese lo que escondía el pacto PSOE-PAL en su pueblo. Corría el verano de 2008 y ahí sigue Eva, al frente de la emisora ejidense.

Gómez Angulo ha merodeado por todas las operaciones políticas de la última década en Andalucía que tuviesen como objetivo perjudicar, sobre todo, a Javier Arenas y a los que él considerase colaboradores necesarios del “arenismo”. Parecía que lo suyo era más un ataque sistemático al líder, que al partido en sí, donde Gómez mantiene contactos a muy altos niveles, gracias a su gran capacidad para las relaciones públicas y, también, a su primo Juan Antonio, ex Secretario de Estado del Deporte en el último gobierno Aznar.

Angulo era, sobre todo, un agitador nato, especialmente en aquellos grandes conflictos internos que el PP-A ha tenido en estos años. Ya sea en Córdoba, en Huelva, Málaga, Sevilla, Granada o Almería, esta última su plaza preferida. (Nunca supe porqué no tocó balón en el PP de Jaén y Cádiz, salvo por La Linea y ahí está su amigo Juárez, en el banquillo, o su también amigo Antonio Barrientos imputado en Estepona).

Indefectiblemente, Angulo, siempre jaleó la división interna en el PP-A, apoyando a los que estuviesen frente a las posiciones de Arenas, tuviesen o no razón, fuesen honrados o candidatos a delincuentes. Le daba igual, se sentía herido en su orgullo por Arenas y su amor se convirtió en odio eterno hasta el final. Por tanto, convertirse en un instrumento de Pepe Alemán y de Martín Soler contra Arenas y el PP fue tarea fácil, pan comido.

El doctor, amigo de sus amigos, se entregó a la causa doblemente motivado, ayudando a su amigo Martín para llegar a la Junta y jorobarle la fiesta “al arenitas”. No en vano, los medios subvencionados del martinismo, eran manejados con habilidad por Angulo para sus maldades, como cuando filtró, de acuerdo con Martin Soler, el encuentro Alemán – Amizían que tanta nerviosera causó en el PP de Almería. Y, además de apoyar las estrategias de Martín, ayudaba a su amigo Pepe Alemán a perpetuar su status político y económico en El Ejido, ninguneando a los populares de Juan Cantón.

De paso, Alemán, veía ampliadas sus expectativas de negocio a los ámbitos regionales, bajo el paraguas del amigo del doctor, Martín Soler, y la poderosa Junta de Andalucía, cuyas subvenciones daban, por lo menos, para un par de tarjetas “centurión” más en la cartera. El consejero de Innovación, cuenta Alemán en una de las charlas, estaba loquito con la de gente importante que “el doctor” le había presentado en Sevilla.

En su labor de zapa en el PP, Angulo contó con la nada discreta colaboración interna de Jose Luis Aguilar, diputado del PP y miembro de la Mesa del Parlamento.Ni que decir tiene que, a partir de ese momento y sin perder la referencia, entre “anguladas” creíbles y “anguladas” increibles, me permití usarlo y tomar el puso político al clan tras la llamada, casi diaria, de Angulo con "sus" novedades.

El puente, resultó especialmente útil durante los dos años de investigaciones judiciales en marcha. Gómez, como fuente directa, me trasladó siempre un estado de confianza de “los de El Ejido” que invitaba a pensar que nada sospechaban y que seguían confiados en sus alegres charlas, comidas, negocios y conspiraciones político mediáticas.

Pero para entender al que parece ser “instrumento político central” de esta trama, convendrá contextualizarlo. El conocido cirujano pertenece a una familia muy respetada y querida en Almería, pero su vida profesional y política se desarrollará en Málaga. Fue de los que ayudó a Javier Arenas a conquistar Málaga para su causa, en la primera renovación del PP, tras descabalgar a la vieja guardia de Alianza Popular.

Jose Manuel Gómez Angulo se convirtió junto a Manuel Pimentel, Amalia Gómez, Manolo Atencia, Juan Santaella y otros parlamentarios andaluces, en el núcleo duro del “arenismo” de entonces, “el equipo del éxito” le llamaban, que condujo a Arenas a unos resultados que hicieron tambalear a Manuel Chaves y al PSOE por vez primera. El último favor que dice Angulo que le hizo a Arenas fue renunciar, a cambio de nada y como favor a su amigo Javier “para quitarle un marrón”, a su acta de senador del PP para resolver las bullas de Málaga con Atencia de un lado y por otro Joaquín Ramírez. Con todos ellos, y bastantes más, acabó peleado Angulo.

Ya entonces, en aquel PP, José Manuel Gómez Angulo era famoso por sus charlas y filtraciones a los periodistas, aprovechándose muchos, muchas veces, de filtrar y hacer ver que eran “anguladas”. De pronto, como en tanto otros casos, Javier Arenas, su amigo, pasó a convertirse en su peor enemigo, en su obsesión permanente desde hace una década. Así, aún dentro del PP, Angulo se fue convirtiendo en un azote caústico del líder del PP-A, contra el que era muy difícil luchar desde el aparato de Arenas. Su destacado papel durante años, sus favores de ese tiempo, sus amistades y su información de primera o segunda mano, le permitieron durante muchos años mantener una red interna de contactos a muy alto nivel.

El doctor, cuya factura de móvil no bajaba de los trescientos pavos mensuales, tiene una agenda cuyo análisis nos conduciría exactamente al revelado de una fotografía del "Poder actual" en Andalucía, más exactamente hasta hace una semana. Inquieto, con dinero suficiente como para permitirse lujos tipo “Centurión”, Gómez Angulo- salvo que al final haya sido “cazado” por Alemán en negocios- ha buscado en su papel solo una cosa: protagonismo y divertirse lanzando maldades contra Arenas. Pero, una vez más, se equivocó al elegir a los amigos y a algunos compañeros de viaje.

El recordado Lele Colunga, amigo común, solía decirle, ante su permanente cuelgue telefónico y sus constantes maniobras de intoxicación contra su “sobrino” Arenas: - Desde luego, al Angulo le gusta más intoxicar a un periodista que comer...O cuando, en nuestra última cena con Tito Lele, dos días antes de su “accidente” mortal, que Angulo nos invitó en la carísima marisquería Jaylu, a Martín Soler, a Alvarez Colunga y a un servidor. Bromeaba con acidez Colunga, que aquella noche tenía la lengua especialmente desatada y se le notaba contento, aunque también cansado y con la mirada triste.

Fue la noche que soltó que Juan Espadas tenia madera para sustituir a Chaves, “es magnifico, el mejor fichaje de Manolo” y no entendí entonces porque a Soler se le cambio la cara, por momentos, ante unas espléndidas cigalas a la plancha. Y entre bromas y veras, Colunga le soltó: -Mira consejero, tu ten cuidado con el doctor, que por lo menos es triple o cuádruple agente, jajaja, que éste acaba con tu carrera política, mira Arturo Moya en Marbella, ja ja ja, que éste te busca una ruina en cuanto menos te lo esperas, tu no sabes el peligro del Angulo.... jajaja.

Brindamos por última vez con Tito Lele. Corría el mes de diciembre de 2008 y Colunga, una vez más, iba a acertar en su visión futurista.

Anteanoche un veterano socialista de Almería me leía, por teléfono, una estrofa de la versión del tango, “Adiós muchachos” que casi una veintena larga de militantes socialistas cantaban a coro en la terraza de un bar de Almería, celebrando la caída de Martin: “Adiós, cuevano, ya te echaron de la silla, porque en Sevilla, por fin te olieron. Ya se acabaron para tí las cacicadas, ahora verás que sin el cargo no eres nada. Adiós, cuevano, al fin te llegó la hora de que bajaras de la poltrona; por eso, todos hoy brindamos satisfechos: ¡Vete a tu cueva y no jodas más!”.

(*) Periodista y director regional de Onda Cero en Andalucía

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