ALMERÍA.- El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha condenado al Ayuntamiento de Pulpí al pago de una indemnización de 45.000 euros a una familia vecina de la pedanía de San Juan de Los Terreros por "tolerar" que soportaran durante 15 años la contaminación acustica provocada por un pub-merendero, que, además de incumplir el horario de cierre, generaba un ruido que superaba los 50 decibelios.
En la sentencia, el Alto Tribunal considera que el Consistorio pulpileño fue "inactivo" en materia de protección medioambiental pese a la "copiosa documentación" que demuestra que la víctimas demandaron en "numerosas ocasiones" desde 1988 "auxilio y defensa de la legalidad" a la administración local e, incluso, a la Oficina del Defensor del Pueblo Andaluz, que requirió el cese de la actividad en el local.
Apunta, asimismo, que el Ayuntamiento "no aplicó" ni la Ley Autonómica ni el decreto de protección medioambiental que obligan a la "suspensión inmediata" de la actividad y obvió la adopción de medidas correctoras por lo que, según subraya, "merece el reproche a un anormal funcionamiento de los servicios públicos y la consiguiente condena a indemnización a los ciudadanos".
El TSJA sostiene en el apartado de fundamentos de derecho que las administraciones "no pueden inhibirse" ante estas situaciones perjudiciales y, sobre todo, que no pueden esperar "a subsanarlas cuando estas se traduzcan en daños ciertos a personas si bien sostiene que no puede admitir los 6.000 euros de indemnización pedidos por los demandantes por cada uno de los 15 años en el que se mantuvo la actividad en el pub-merendero ya que su vivienda era usada como segunda residencia durante los meses de verano.
El inmueble propiedad de la recurrente, junto a sus cuatro hijos, se encuentra ubicado en la urbanización 'Costa Tránquila' de San Juan de Los Terreros y colindante al pub 'Los Abanicos' que abrió en 1988 con licencia de apertura para merendero al aire libre. Apenas 17 días después de la concesión del permiso, los vecinos remitieron la primera queja a la Alcaldía ya que el local era en realidad un pub que abría a las 22,00 horas con música.
No consta que el Ayuntamiento de Pulpí realizase durante los 15 años de continúas denuncias, incluso por la vía judicial, una medición del nivel de ruidos y en los informes emitidos por la Policía Local se estimaba "que el ruido era prudente y el ambiente agradable con música baja" pese a los peritajes que demostraron que el ruido superaba los 56 decibelios en el exterior.
En la sentencia, el Alto Tribunal considera que el Consistorio pulpileño fue "inactivo" en materia de protección medioambiental pese a la "copiosa documentación" que demuestra que la víctimas demandaron en "numerosas ocasiones" desde 1988 "auxilio y defensa de la legalidad" a la administración local e, incluso, a la Oficina del Defensor del Pueblo Andaluz, que requirió el cese de la actividad en el local.
Apunta, asimismo, que el Ayuntamiento "no aplicó" ni la Ley Autonómica ni el decreto de protección medioambiental que obligan a la "suspensión inmediata" de la actividad y obvió la adopción de medidas correctoras por lo que, según subraya, "merece el reproche a un anormal funcionamiento de los servicios públicos y la consiguiente condena a indemnización a los ciudadanos".
El TSJA sostiene en el apartado de fundamentos de derecho que las administraciones "no pueden inhibirse" ante estas situaciones perjudiciales y, sobre todo, que no pueden esperar "a subsanarlas cuando estas se traduzcan en daños ciertos a personas si bien sostiene que no puede admitir los 6.000 euros de indemnización pedidos por los demandantes por cada uno de los 15 años en el que se mantuvo la actividad en el pub-merendero ya que su vivienda era usada como segunda residencia durante los meses de verano.
El inmueble propiedad de la recurrente, junto a sus cuatro hijos, se encuentra ubicado en la urbanización 'Costa Tránquila' de San Juan de Los Terreros y colindante al pub 'Los Abanicos' que abrió en 1988 con licencia de apertura para merendero al aire libre. Apenas 17 días después de la concesión del permiso, los vecinos remitieron la primera queja a la Alcaldía ya que el local era en realidad un pub que abría a las 22,00 horas con música.
No consta que el Ayuntamiento de Pulpí realizase durante los 15 años de continúas denuncias, incluso por la vía judicial, una medición del nivel de ruidos y en los informes emitidos por la Policía Local se estimaba "que el ruido era prudente y el ambiente agradable con música baja" pese a los peritajes que demostraron que el ruido superaba los 56 decibelios en el exterior.
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