Según el presidente de la UCA, José Antonio Díaz Roda, entre los aspectos "negativos" la feria se encuentran la falta de limpieza "no sólo del recinto ferial, sino de las calles adyacentes" así como la "grave situación higienico-sanitaria" donde se situaban las caravanas de los feriantes que, según él, se encontraban "rodeadas de grandes charcos de aguas procedentes de los baños de las propias caravanas", lo que convirtieron el real en un "foco de infección".
En su valoración, UCA también detectó una "falta de control e inspección", ya que a su parecer, "la instalación de puestos de venta ambulante ilegales, tanto de comida, tabaco o venta de artículos falsificados ha sido la tónica general a lo largo de todo el recinto ferial", un aspecto que Díaz Roda atribuye o bien a la crisis, o bien por la ausencia de determinadas casetas que dejaban espacios libres para tal actividad.
Por otra parte, las vías de acceso también fueron criticadas por la agrupación, ya que, "la única vía de acceso al recinto ferial sigue siendo la avenida de Cabo de Gata, lo cual ha generado atascos tanto en la ida como en la vuelta".
En este sentido, la UCA indicó que "no se puede recomendar desde el Área de Movilidad el utilizar la rotonda del Estadio de los Juegos del Mediterráneo para acceder a los aparcamientos del recinto ferial y no colocar ninguna otra señalización, lo cual hacía que las nuevas calles de Nueva Almería se viera desbordada por conductores despistados que no sabían llegar al párking", el cual, por otra parte calificó de "caro" al costar cinco euros.
"Ofrecía un terreral de polvo", apostilló.
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