sábado, 29 de agosto de 2009

'El Corte Inglés' tiene ya terminado su proyecto de Almería para instalarse en La Salle

ALMERÍA.- 'El Corte Inglés' no ha esperado finalmente a la aprobación del nuevo Plan General de Ordenación Urbana de la capital (PGOU), para abordar su proyecto de implantación de la capital. De hecho, según la información facilitada por el concejal de Urbanismo, Juan Megino, el grupo presidido por Isidoro Álvarez ha concluido ya en su totalidad la elaboración del proyecto para la apertura de los grandes almacenes en los terrenos del actual colegio La Salle.

El edil del Ayuntamiento de Almería mantuvo hace escasas semanas conversaciones con directivos de El Corte Inglés, que le confirmaron la conclusión del trabajo del equipo de arquitectos contratado, que se ha ajustado a los parámetros acordados en el convenio tripartido firmado en diciembre de 2005 con los Hermanos Lasalianos y el alcalde de Almería, Luis Rogelio Rodríguez-Comendador, según revelaciones de 'El Almería'.

Megino ha explicado que la intención de esta firma empresarial por tener presencia en la capital está más que confirmada con la inclusión de Almería en su plan de negocios, en el que figura 2011 como el año de la posible apertura de los grandes almacenes en La Salle.

"Tienen todo listo para, en cuanto se apruebe el Plan General, solicitar al Urbanismo la licencia de obras y, en un año y pico, perfectamente el nuevo edificio puede estar en pie", vislumbra el responsable de área, quien matiza que la fecha está supeditada siempre al cumplimiento de los plazos comprometidos por la Junta de Andalucía para autorizar el nuevo PGOU "a finales de año, principios de 2010".

Por el momento, el Consistorio debe proceder con anterioridad a la aprobación provisional del Plan General para su remisión a la Administración andaluza, un paso este a dar en el mes de noviembre, con la confianza municipal de que la Junta no ponga impedimentos al cambio de calificación de suelo, de equipamiento educacional a terciario -comercial-, del solar ocupado ahora por La Salle.

El equipo de arquitectos de El Corte Inglés ha contemplado dos accesos a los grandes almacenes, uno por la propia avenida Federico García Lorca y la otra entrada podrá efectuarse por la calle Altamira. "El propio estudio de tráfico determina que no se van a producir problemas de futuro", agrega Megino, quien recordó que El Corte Inglés previsto en Almería capital contará con tres plantas de aparcamiento.

No obstante, la última palabra la tendrá siempre la Junta de Andalucía, que ha de supervisar tanto el proyecto como el estudio de tráfico antes de conceder licencia comercial a El Corte Inglés, un permiso imprescindible sin el cual la firma empresarial no podrá comenzar las obras.

Es por ello por lo que el concejal de Urbanismo insistió en que la construcción del edificio de los grandes almacenes puede abordarse en tan sólo un año, pero su apertura en 2011 está supeditada tanto a la aprobación del nuevo Plan General de Ordenación Urbana -que permite el cambio de calificación del suelo de uso escolar por el de comercial- como a la concesión de los permisos necesarios por parte de la Administración andaluza.

Uno de los aspectos que El Corte Inglés ha querido solventar de antemano para evitar posibles inconvenientes futuros es la recomendación efectuada por la Delegación Provincial de Cultura sobre la conservación de la fachada de La Salle, cuya autoría le corresponde al arquitecto almeriense Guillermo Langle.

Aunque, como el propio Megino señala, el edificio no goza de protección, al menos de manera oficial -no existe ficha alguna en el Catálogo de Bienes del Plan General de 1998-, el proyecto de los grandes almacenes incorpora la entrada principal de La Salle como parte de la propia fachada del futuro edificio, sin necesidad de efectuar retranqueos.

Se había contemplado en un principio esta solución, dejando unos metros de distancia entre la portada de La Salle y la fachada de los grandes almacenes. Ello obligaba a modificar el acuerdo suscrito entre los Hermanos Lasalianos y El Corte Inglés, y revisar los "números".

No ha sido necesario, sin embargo, que ninguna de las partes renuncie a metros cuadrados construibles con la solución recogida en el proyecto.

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