ALMERÍA.- Los dos incendios de Sierra Cabrera en la provincia de Almería, entre los municipios de Mojácar y Turre, que acabaron con cerca de 9.000 hectáreas han arrasado una de las áreas apícolas "de mayor diversidad vegetal de la provincia", de manera que se han calcinado al menos 1.000 colmenas, según los datos de COAG.
En una nota, la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos, COAG Almería, señaló que en una primera valoración de los daños tras visitar la zona con los apicultores afectados y los peritos del seguro, los técnicos de la coordinadora agraria estiman que aproximadamente un millar de colmenas han sido pasto del fuego, lo que supone unas pérdidas económicas de más de 90.000 euros.
Según COAG, la mitad de los apicultores almerienses están afiliados a esta organización agraria, por lo que, según sus estimaciones, el número de colmenas siniestradas "podría fácilmente superar las 2.000 y, por tanto, elevar al doble las pérdidas sufridas".
Así, la organización también explicó que a estos daños habría que sumar los provocados por el incendio que afectó hace unas semanas al entorno de Lucainena, de los que también se ha dado parte al seguro agrario.
El fuego ha calcinado un ecosistema en el que convivían decenas de especies vegetales de sumo valor para la elaboración de mieles autóctonas. Pese a que los incendios no han acabado por completo con el entorno, Sierra Cabrera "sí que ha perdido gran cantidad de las poblaciones de albaida o retama, exclusivas de Almería, o de otras especies genéricas como romero o tomillo, entre otras", afirman.
Desde el sindicato agrario recomiendan a los afectados que no lo hayan hecho ya, que acudan a una de las 12 oficinas de la provincia para dar parte de los daños sufridos al seguro. También advierte que a partir de ahora, los apicultores "deberán reponer en el menor tiempo posible las colmenas perdidas para no poner en peligro la percepción de las Ayudas Agroambientales y las subvenciones del Plan Nacional Apícola, vitales para la supervivencia del sector".
Además, aparte de los colmenares citados, el fuego se ha llevado por delante también cientos de hectáreas de fincas privadas de almendro y olivo, entre otros cultivos. Los daños causados por estos incendios se suman así a unos resultados "decepcionantes" de la campaña de producción de mieles, que pese a las buenas expectativas iniciales ha resultado "mediocre" a causa del parón de las lluvias en primavera, según COAG.
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